Los resultados de esta investigación han sido publicados en el "British Medical Journal" (BCM) y para llevarla a cabo se han encuestado a unas 66.000 mujeres, que durante su embarazo, han ido completando un cuestionario lleno de preguntas sobre lo que han comido y bebido durante ese período.
Con todas las respuestas recogidas, han clasificado a las embarazadas en tres grupos dependiendo de su dieta:
- "Prudente": Aquellas que comen mucha fruta y verdura e incluyen en su dieta los cereales, frutos secos, yogures, mucha agua, etc.
- "Tradicional": Aquellas con una alimentación rica en pescado, patatas y verduras cocidas, salsas, etc.
- "Occidental": Aquellas que consumen con frecuencia aperitivos dulces o salados, patatas fritas, carne, snacks y bollería.
Además de su alimentación, se han tenido en cuenta otros datos como la edad, el peso, número de hijos, formación académica y nivel de ingresos. También, se les ha preguntado sobre su estilo de vida, si realizan deporte, si fuman o beben alcohol y si han tenido antecedentes de parto prematuro en su familia.
Se llevaron una sorpresa cuando pudieron comprobar que las mujeres que llevaban un dieta más saludable durante su embarazo, reducían en un 15% el riesgo de tener un parto prematuro, que las que comían peor, independientemente de otros factores que también afectan a este riesgo.
Esto tampoco quiere decir que un parto prematuro se produzca solo por la alimentación, pero si que es un factor que se debe tener en cuenta para la salud del bebé y mamá. Porque las embarazadas coman algo no saludable de vez en cuando no significa que sea malo, lo dañino es hacerlo frecuentemente, por ello lo mejor es tomar un dieta sana.
¿Cómo ha sido tu dieta durante el embarazo? ¿Tendrás en cuenta estas consideraciones?
Fuente: Infosalus
Fotos: Kashklick/flickr, ThomasvanArdenne/flickr