Este año hemos empezado a sumergirnos en los juegos de mesa. Superada la primera etapa de dominós, memorys y ocas, nos hemos lanzado, gracias a los Reyes Magos, a un nivel más elevado. De todos los juegos de mesa que han llegado para copar las pocas estanterías de casa, el que por ahora nos tiene a todos enviciados es el UNO TOTEM POWER.
Se trata de una versión avanzada del clásico juego de cartas al que todos hemos jugado en nuestra adolescencia y juventud. Además de las cartas, incorpora cuatro "totems" que tienes que ir consiguiendo y que te protegen de las cartas de robar o de pasar turno. Vamos que entre los colores, los números, las letras de los "totems" y las mil y unas reglas del jueguecillo no creíamos que nuestro pequeño gran hombre pillada desde la segunda o tercera partida el mecanismo global del mismo.
Vamos que le chifla y sólo quiere jugar al UNO. Será porque de diez partidas, entre siete y ocho las gana él provocando en sus papás una mezcla de satisfacción hacia el pequeño pitufillo y pinchacillo en el orgullo propio.
Por ahora nuestra pequeña princesa de cuatro añitos se conforma con hacer de azafata recogiendo y repartiendo los "totems". Espero que pronto se incorpore al duelo de titanes.
Bromas aparte, es un juego muy entretenido y adecuado para mantener la atención y aprender a fijarse en varias cosas a la vez. Las partidas no se eternizan en exceso, suelen ser bastante ágiles y emocionantes.