Cuando eres madre, tu principal compañía es tu bebé, con él pasas gran parte del tiempo haciendo los quehaceres del hogar, tareas que ambos comparten de manera dispar tú te agachas, barres, mientras él observa.
En esta etapa los encuentros con las viejas amistades se reducen a comentarios vistos o en espera a través de la aplicación de mensajería instantánea “Whatsapp” y sus vidas se comparten o escudriñan a través de la red social “Facebook”, todo esto mientras la lavadora llena, el piso seca o terminas alguna actividad laboral en el hogar.
Las frases “soy madre no tengo tiempo para salir”, “llego a casa cansada”, “el pronto”, “ya veremos” y las citas postergadas y reprogramadas son las respuestas y reacciones más comunes para justificar nuestro desánimo y muy principalmente ¡falta de organización!
Sin embargo, todo es posible, porque los encuentros al cine, las interminables conversaciones y las vueltas por un centro comercial “sin dinero” para comprar en compañía de las amigas, pueden regresar a tu cotidianidad si pones en práctica algunos de estos consejos.
Es cuestión de actitud, perseverancia y disciplina: Nadie dijo que era fácil, el rol de madre le da a la vida de una mujer un vuelco total, pero si pones de tu parte, flexibilizas y te abres a los cambios podrás retomar algunas actividades o rutinas que eran de tu agrado, sin desmejorar o descuidar esta nueva faceta en tu vida.
Conecta con esas amigas madres y motívalas: Ellas se sienten atrapadas igual que tú pensando en que el tiempo no les alcanza, contáctalas y da el primer paso en proponerles un plan.
Haz un plan en concreto: Volver a hacer lo que nos gusta da un poco de ansiedad y este estado mental de angustia produce un poco de desorden en el que queremos hacer todo al mismo tiempo. Comienza por algo sencillo, económico y que no demande tantas horas, cuando te des cuenta que es posible, irás, con confianza, por más.
Ten un aliado: Una salida -por más sencilla y breve que parezca- amerita cierta logística, por eso ten un cómplice que cuide al bebé y te ayude con todos sus requerimientos por ese lapso. Un papá, una abuelita o tía estamos seguros que lo harían muy bien.
Establece una frecuencia de encuentros: Estas actividades deben ser incorporadas a tus rutinas para que regresen totalmente a tu vida. Así que uno que otro fin de semana en un mes, por ejemplo, debes repetir el plan. ¿Te parece muy ambicioso? No lo es, es curioso cómo las personas logran sacar el tiempo que no tienen para trabajar horas extras o perderlo en actividades que no disfrutan.
Finalmente, no envidies a esas otras mujeres que son madres, esposas que logran tener un cuerpo fabuloso, dedican tiempo al fitness y otras actividades. Deja de descalificarlas cuando lo ves Facebook, sea con pensamientos negativos o con comentarios despectivos que, obviamente, no llegas siquiera a escribir Por el contrario, ¡haz de su experiencia un motivo de inspiración!
Organízate y atrévete a producir más encuentros en tu vida. ¡Es posible! Sólo requiere que incorpores algunos hábitos positivos y rutinas prácticas a tu vida como madre, esposa, trabajadora o emprendedora.