A menudo me preguntò, "¿habré hecho lo correcto?". Pero creo que esa duda la tengo más por los comentarios y la opinión de la sociedad en general que por mí misma.
Que si voy a perder mi independencia económica, que qué va a pasar si algún día necesito regresar a trabajar, que qué va a pasar con mi carrera, que es mejor darle a mis hijos el ejemplo de una madre trabajadora?Creo que hoy en día se habla mucho sobre la mamá trabajadora y lo valioso que es ese ejemplo para sus hijos. Se defiende mucho esa figura, tal vez para darles un poco de consuelo a las mamás que tienen que salir a trabajar, que no tienen la opción de quedarse en casa, pero también las mamás de tiempo completo vivimos nuestros propios rollos mentales.
Dudas acerca de si hicimos lo correcto, tratar de dar explicaciones a quienes nos cuestionan (directa o indirectamente) esta decisión, lidiar con los comentarios que te hacen sentir una mujer "chapada a la antigua", una mantenida, una floja que decidió quedarse en casa en lugar de regresar a trabajar (¿y saben qué? el trabajo en una oficina es menos cansado que ser mamá de tiempo completo).
Ya lo había escrito antes en este post ¿Ser ama de casa da vergüenza? Se trata también del enorme cansancio de estar detrás de un hogar para sus vidas sean perfectas, no poder ni ir al baño con la puerta cerrada, estar pensando todo el tiempo a qué darles de comer para que esten sanos, los pleitos a la hora de la lavada de bañarse, cómo manejar mejor sus berrinches, cómo enseñarle a decir "gracias" y "por favor" ?y mil etc...
Se trata de una vida donde ya no uso Excel para hacer reportes de clientes y ventas, sino para hacer la lista de menús de la semana y gastos quincenales, donde los contactos en mi teléfono dejaron de ser los los compañeros de trabajo y los clientes para convertirse en la pediatra, la farmacia delivery y las tutoras del aula, y donde uso el internet para tomar clases de cupcake y decoración de pasteles infantiles (para un próximo negocio casero).
Se trata de dejar de lado el reto intelectual y asumir un reto totalmente emocional (y físico). Se trata de dejar a un lado mis necesidades para ver por las necesidades de mis hijos. Una vez me cuestiono si eso estará bien, y me da culpa dejarme de lado pero también me pregunto ¿y por qué no disfrutar de tiempo completo la mejor etapa de mis hijos y en primera fila si puedo hacerlo? Se trata de disfrutar en primera fila cada cosa que aprenden, cada nueva gracia que se les ocurre. Se trata de disfrutar que te contagie las carcajadas que se echan por cualquier tontería que lo hace reír. Se trata de poder abrazarlos y besarlos al despedirlos en la puerta del cole y al recogerlos que griten mamaaaaaa!!!!
Se trata de que sea a ti quien busca cada vez que se caen. Se trata de ser la que sabe descifrar sus medias lenguas, y que nadie me lo tenga que contar.
Y si, también es vivir en primera fila cada berrinche, cada pleito por irse a dormir o por lavarse los dientes, cada angustia si no quiere comer, si ya se enfermó. Pero a pesar de todo y de todos, para mi vale la pena. Y creo que de eso se trata, de que cada una podamos escoger qué es lo que queremos para nosotras y para nuestros hijos, sin juzgarnos.
Se trata de saber que no puedo tenerlo todo, y elegir estar con mi niño durante su infancia, que es cuando más me va a necesitar. Esta fue mi decisión y estoy feliz con ella. A mi me encanta ser una mamá de tiempo completo y en primera fila.