¿Por qué hay niños que golpean aunque se les trate bien? Es decir, ¿Por qué? ¿De dónde lo aprenden? En mi caso, mis hijos no están expuestos a violencia televisiva porque, como ya os he comentado en alguna ocasión, en casa apostamos por el contenido consciente. Evidentemente tampoco usamos la violencia física, no damos los llamados “cates” porque nos parece una falta de respeto abismal hacia nuestros pequeños. ¿Entonces? ¿Qué
Me lleno de frustración cuando entre tanta crianza amorosa aparece Risueña llorando porque Hada no la respeta. Hoy sin ir más lejos, le ha dado una hostia porque sí, sin venir a cuento, al menos, sin venir a cuento mío, porque evidentemente a Hada le sucede algo, pero ¿El qué?
Me declino por:
Celos: No me gusta nada etiquetar, pero cuando hablamos de emociones y sentimientos, evidentemente tenemos que nombrar las cosas según qué comportamientos observamos, tenemos que “etiquetar” las emociones para saber a qué nos enfrentamos y ponerle nombre a “eso” que nos pasa.
Cuando Risueña nació, todo el mundo me decía:
Uyyyy!!! Qué de celos va a coger de su hermana…
A mí me sentaba como una patada en el
¿Qué pasa? ¿Que acaso tengo que agachar la cabeza ahora, que acaso no existen hermanos mayores sin celos? Me niego a aceptarlo. Creo que tenía que pasar por esta situación, creo que depende muy mucho de la personalidad intrínseca de cada niño (modificable) y creo también que ha sido una gran hostia de la vida, a modo de aprendizaje. A día de hoy, sinceramente, no sé diferenciar si lo que siente Hada cuando no respeta a su hermana, son o no celos.
2. El ser humano es violento en determinadas circunstancias: Ya está, no hay más trampa ni cartón. Como especie animal que somos, actuamos frente a ciertos estímulos con violencia. Quizá Hada se sienta mal por algo importante para ella, quizá sienta frustración y la única herramienta que por ahora cree poseer sea la violencia, quizá así segrega alguna hormona o desfoga alguna energía, quizá quiere nuestra atención y tiene que aprender a que la atención no se debe buscar con violencia. Quizás, quizás, quizás
3. Quizá lo que para mí como madre no sea violencia, para ella como hija sí lo sea: Por ejemplo: Quizá para ella sea violento que a Duendecillo le de teta y a ella no (no porque yo se la niegue, sino porque se destetó hace algún tiempo), pero quizá ella quiere algo que yo no le doy, y eso para ella resulta violento, de modo que actúa con violencia (en este caso violencia física) hacia su hermana.
Seguiré aprendiendo e intentando dilucidar a qué se debe la violencia en niños a los que se les trata bien, aunque ya digo que es todo muy relativo, porque lo que para mí es lo correcto, quizá para Hada no lo sea.
Mientras tanto, si alguien quiere contarme su experiencia, estaré muy agradecida, y me despido, recordándoos y recordándome a mí misma, la relectura o lectura (si no lo conocéis), del libro “La Maternidad y el encuentro con la propia sombra“, de Laura Gutman.
NOTA IMPORTANTE: Hada tiene muchísimas facetas positivas, es amorosa, tierna y cuida con mucho mimo a su hermana. Quiero hacer hincapié en esto para que no entiendan que la violencia y faltas de respeto hacia su hermana son su única forma de expresión hacia ella.
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