Mirula, como todo pequeño, debe jugar mucho. Digo debe porque el juego es un derecho para los niños. Además es a través del juego cómo el niño conoce y se acerca a su entorno. A través del juego los chicos aprenden y aprehenden el mundo que los rodea.
El juego mismo no es más que su principio y su fin. Los niños juegan por y para jugar. A los grandes nos cuesta entender esto pero basta hacer un poco de memoria y traer a consciencia nuestro niño interior, cual El Principito, para despojarnos de muchas costumbres que adquirimos y acercarnos a este concepto de hacer algo sólo porque es divertido.
Hay que dejar que los chicos tengan sus momentos de juego libre, solos o entre pares. Y, sin dudas, también hay que propiciar el juego acompañado. La cara de felicidad de Mirula cuando me pongo a jugar a su lado es increíble.
Si hay algo que nos encanta son las burbujas. Les vamos a contar cómo hicimos este invento para hacer burbujas gigantes.
Todo empezó un día en que fuimos a una reunión de amigos de mi trabajo y luego de almorzar nos mostraron este maravilloso palito para hacer burbujas gigantotas, como dice Mirula. Me quedé pensando cómo lo podríamos hacer de manera casera y meses más tarde, lo pusimos en práctica.
Para realizarlo se necesita:
– 2 palillos para brochette
– 1 pedacito de lana
– detergente o lavavajilla
– agua
– recipiente
El famoso líquido para hacer burbujas consta básicamente de dos ingredientes: detergente y agua. Hay muchas recetas dando vueltas en la web, que llevan muchos más elementos para que sean burbujas más consistentes. Ya las vamos a probar. Hasta ahora nos manejamos con esta fórmula y funciona de maravilla. También se venden algunos líquidos especiales que son ideales para cuando son niños más pequeños. Con Mirula usamos hasta sus 2 años el líquido para hacer burbujas de Gymboree, ya que es hipoalergénico y no tóxico. Pero hoy en día, como está difícil conseguir cosas importadas de este estilo en nuestro país y Mirula es más grande, nos conformamos con la receta tradicional.
Armar la varilla es super sencillo. Se deben unir los dos palillos con la lana dejando un espacio entre ambos y el resto que sobra también se debe volver a unir pero debe ser más largo para colgar de ambos palillos. Queda formado una especie de triángulo deforme.
Eso es todo. El resto es mojar la varilla con la lana en el líquido y moverla de manera tal que el viento nos ayude a formar las super burbujas.
Mirula descubrió que si soplaba mientras estaba el líquido entre las varillas también podía cumplir la función del viento y creaba burbujotas.
Un consejo: es mejor utilizar lana a hilo, ya que absorbe mucho más líquido y permite hacer mejores burbujas.
Es una idea simple, con materiales simples y diversión asegurada.
Si lo hacen, después nos cuentan cómo resultó.
Sigan jugando mucho con sus hijos, aún nos queda mucho por aprender de estos grandes maestros.
Los abrazo.