A mis peques todos los materiales que se pueden manipular y moldear les encanta. La plastilina, la masa para hacer galletas, la arena mojada a la que se puede dar forma,… todos son increíbles posibilidades de dar rienda suelta a la imaginación y crear cosas diferentes.
En este caso, decidimos hacer Pasta de Sal casera, para que los peques pudieran crearla desde los elementos más básicos, de manera que el proceso de obtenerla ya en sí supusiera un reto súper divertido. Para ello hay muchas explicaciones y recetas en Internet. Nosotros usamos la receta de PequeOcio, ya que es muy sencilla y fácil de medir para los niños.
Para hacerla necesitáis:
Sal fina
Harina
Agua
Una taza o vaso para medir.
Un recipiente para mezclar.
Una Cuchara para rellenar el vaso con los diferentes elementos.
Colorante alimenticio (se puede también con témperas, pero en nuestro caso usamos colorante).
Algo para remover
Las medidas para hacer la Pasta de Sal son:
1 parte de sal fina
1 parte de agua
2 partes de harina.
Para medir nosotros hemos usado una tacita de café, para conseguir una cantidad de pasta de sal no muy grande. Aunque luego se puede conservar varios días en la nevera envuelta en film transparente, quería que pudiera experimentar con varios colores y no tener luego la nevera llena de bolas de pasta de sal envueltas, jejejeje.
Primero medimos 2 tacitas de harina. Para ello el peque uso la cuchara y fue rellenando la tacita de café con la harina. Y fuimos incorporando cada tacita en el recipiente para mezclar.
Luego hizo lo mismo con la sal fina, pero esta vez, solo una tacita de sal fina. Para medir ponía el dedito para saber hasta donde tenía que rellenar, jejejeje.
En cada uno de los pasos realizó una prueba del producto, jajajaja, vamos lo que viene siendo una cata. Probó la harina con el dedito y también la sal. Y por último probó la mezcla de las dos moviendo la mezcla del recipiente con el dedo. Una cata en toda regla, jejejeje.
Luego por último, midió una tacita de agua y la metió primero en un vaso de plástico para darle color con el colorante alimenticio. De paso practicaba trasvases, que es algo que les encanta.
Realizamos todos los pasos primero para crear una masa rojiza con colorante rojo. La verdad es que con el colorante la masa no queda del todo de un color fuerte (quizá añadiendo muuuucho más colorante), sino que se quedan blanquecinos por la sal y la harina. Seguramente el uso de temperas dará una gama de color mucho más viva. Pero en nuestro caso, como se que les gusta mucho darle color al agua con el colorante alimenticio, pues probamos a hacerlo así.
Una vez obtenido el color deseado en el agua, se le incorpora a la mezcla de harina y sal, y se remueve sin parar hasta obtener una masa similar a la del pan o las pizzas.
Primero se puede empezar removiendo con un palo o con una cuchara, pero al final hay que usar las manos para terminar de hacer homogénea la masa. Como veis quedó de un color rosado, pero bueno, las opciones de crear las tiene igual, jejeje. Cuando ya estuvo preparada, no podía esperar a crear más colores, se puso de inmediato a manipularla.
Después repetimos todo el proceso para crear una masa de color verde, y como ya lo tenía muy controlado, lo hizo todo rapidísimo. Mirar que efectos más chulos se consiguen al echar el líquido verde sobre la mezcla de sal y harina.
Y este es el resultado de las dos masas de pasta de sal, una rosa y la otra verde.
Y después del proceso de creación de la masa, pues toca ya jugar y divertirse haciendo figuras, formas o lo que la imaginación les inspire:
UNA PIZZA:
VARIAS FIGURAS: (a éstas le ayudé yo)
MOSCA EVOLUCIONANDO: la estrella de la creación fue una figura que parecía una mosca en sus orígenes, pero que luego fue evolucionando, con piernas, brazos, hasta convertirse en, no lo se bien, jejejeje.
Con lo chula que era la mosca, pues la verdad es que acabó muy muy evolucionada…
La ventaja de esta pasta, además de poder hacerla de manera casera con ingredientes muy básicos, es que se endurece al dejarla secar varias horas. En realidad, en función de lo grande que sea puede necesitar un día o más. Por otro lado, los restos de masa se pueden guardar en la nevera envueltos en film transparente, y aguanta varios días.
Hay algunas posibilidades más alrededor de la Pasta de sal.
Se puede crear la pasta de sal sin colorante ni colores y cuando se ha secado pintarla. Esta opción la ha mostrado hace poco nuestra compi bloguera de Ideas al vacío, lo podéis ver aquí. Como ella nos muestra, es una masa genial para preparar adornos navideños para el árbol o para la casa, ahora que estamos ya tan cerca de la Navidad. La idea de hacerla blanca y pintarla posteriormente es genial, pero con niños pequeños a veces es difícil conseguir que se esperen a que esté seca la pasta para luego pintarla (sobre todo si es cuestión de días), por eso opté por la opción del colorante. La otra opción es probar a mezclar los ingredientes con témpera, que será lo próximo que hagamos y así comprobaremos si se consiguen mejores colores y más intensos.
¿Habéis probado alguna vez a hacer Pasta de Sal? ¿Qué han hecho con ella vuestros peques? Comentadnos y mandarnos fotos, las pondremos con mucho gusto enlazadas a esta entrada.
Si os gustan las actividades con niños, también podéis ver nuestra 7 ideas de actividades con tubos de cartón. Son muy divertidas y con componente educativo además.
¡Que tengáis un gran día!
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