En este artículo os hablaré sobre el concepto de “períodos sensibles” que acuñó Maria Montessori en referencia a una de las características del desarrollo de niños y niñas, con el fin de acercarnos un poquito más a esta pedagogía y poderla llevar a cabo con nuestros pequeños.
Como ya sabéis, la teoría de Maria Montessori está basada en las observaciones que llevó a cabo a lo largo de su vida profesional que, sumadas a su formación científica, le llevaron a desarrollar una nueva manera de entender la educación. Esta nueva concepción se caracteriza por una serie de afirmaciones:
Todos los niños tienen una “mente absorbente”
Todos los niños pasan por “períodos sensibles”
Todos los niños quieren aprender
Todos los niños aprenden a través del juego/trabajo
Todo los niños quieren ser independientes
Si aún no estáis muy familiarizados con la terminología Montessori, puede que no sepáis exactamente a qué se refieren algunos de los puntos anteriores. No obstante, seguro que a medida que habeis leído cada uno de los puntos os habeis dado cuenta de que estas afirmaciones que Maria Montessori hizo ya hace muchos años están hoy más de actualidad que nunca.
Si bien alguna de ellas parecen obviedades, es importante no perderlas de vista, sobre todo cuando se trata de planificar el tipo de educación que queremos para nuestros hijos e hijas.
Aunque cada una de las características anteriores merece ser comentada, en este caso os voy a contar un poquito en qué consisten los periodos sensibles y cómo podemos favorecer el desarrollo de nuestros pequeños teniendo estos en cuenta.
¿Qué son los períodos sensibles?
Maria Montessori nos habla de períodos sensibles de desarrollo después de darse cuenta de que todos los niños y niñas parecen pasar por ciertas fases en las que tienen predilección por un tipo de actividades que repiten de manera sistemática. A través de sus observaciones constató que durante unas épocas concretas, los pequeños centran su interés en un mismo tipo de actividades de manera que parece ser la única cosa que despierta su interés. Tanto es así, que Maria Montessori afirmó que es en estos momentos, cuando los niños y niñas se muestran más predispuestos a desarrollar determinados aprendizajes.
Montessori nos habla de seis períodos sensibles:
Orden
Lenguaje
Movimiento
Sociabilidad
Pequeños objetos
Refinamiento sensorialVamos a ver en qué consiste cada una de estas etapas con el fin de ayudar a comprender a nuestros hijos e hijas y acompañarlos en su desarrollo de una manera respetuosa.
Sensibilidad al orden:
Este período aparece en el primer año de vida y continúa hasta el segundo. Durante esta etapa los pequeños se centran en clasificar, ordenar y categorizar sus experiencias. No se trata del orden en el sentido de “recoger” sino referente a tener un entorno conocido, organizado y rutinario de modo que les ayude a orientarse y construir un cuadro mental del mundo. Suelen buscar la familiaridad del adulto conocido y es posible que notemos cierta desorientación o irritabilidad ante algunos cambios.
Procura un entorno organizado y estructurado, en el que tu pequeño se sienta cómodo y seguro. Las rutinas son fundamentales.
Sensibilidad al lenguaje:
La capacidad de utilizar el lenguaje se empieza a desarrollar desde el nacimiento y es fundamental para nuestro crecimiento intelectual. Este período abarca desde el momento en que el bebé nace hasta aproximadamente los 6 años y es cuando está más receptivo al aprendizaje de la lengua.
Nos daremos cuenta de que sin necesidad de insistir o de ofrecer una enseñanza concreta, los niños y niñas durante los primeros años desarrollan un amplio repertorio de vocabulario así como las normas gramaticales propias de su lengua materna.
Es un momento de vital importancia en el que nosotros, como adultos, tenemos que ofrecerle un modelo adecuado y la posibilidad de usar este lenguaje tanto como sea posible. Habla con tu pequeño tanto como puedas.
Sensibilidad al movimiento:
Entre los 12 y los 15 meses de vida los niños y niñas empiezan a caminar. Esta nueva adquisición les ofrece un sinfín de posibilidades y de interacciones con el mundo que les rodea y es precisamente por eso, que en este primer momento van a tener la necesidad de practicar y perfeccionar esta habilidad. En la etapa adulta caminamos para ir de un lugar a otro, verás como en esta etapa, tu pequeño se mueve por el simple placer de hacerlo. Poco a poco va a ir ampliando su rango de movimientos pasando de caminar, a correr, trepar, subir y bajar escaleras, necesita aprender y para eso, necesita de su experiencia así que no os extrañe si vuestros peques no paran.
Dejad que los pequeños se muevan y que experimenten con las posibilidades que les ofrece su cuerpo tanto dentro de casa como en espacios exteriores.
Sensibilidad a los aspectos sociales de la vida:
Alrededor del año de vida, se empiezan a sentir atraídos por los pequeños objetos que les rodean. Lo cogen todo: piedras, llaves, palitos, y lo observan, lo manipulan, se lo meten a la boca. Su curiosidad sumada a su recién adquirida capacidad de desplazarse, hace que quieran cogerlo todo. Poco a poco, a partir de estos descubrimientos, van construyendo su conocimiento del mundo.
Es un momento para ofrecerles estímulos variados de manera que tengan el mayor número de experiencias posible. La cesta de los tesoros, las piezas sueltas pueden ser propuestas interesantes en esta línea.
Sensibilidad a los pequeños objetos:
Alrededor del año de vida, se empiezan a sentir atraídos por los pequeños objetos que les rodean. Lo cogen todo: piedras, llaves, palitos, y lo observan, lo manipulan, se lo meten a la boca. Su curiosidad sumada a su recién adquirida capacidad de desplazarse, hace que quieran cogerlo todo. Poco a poco, a partir de estos descubrimientos, van construyendo su conocimiento del mundo.
Es un momento para ofrecerles estímulos variados de manera que tengan el mayor número de experiencias posible. La cesta de los tesoros, las piezas sueltas pueden ser propuestas interesantes en esta línea.
Sensibilidad a aprender a través de los sentidos:
Desde el momento de su nacimiento, el bebé recibe un gran número de estímulos a través de sus sentidos. De manera natural, desarrollan estas habilidades sensitivas que les permiten captar información del entorno.
Es entre los 3 y los 6 años que los pequeños pasan por una etapa en la que se interesan por redescubrir y explorar el ambiente de una manera más consciente, a través de los sentidos, pero dándole un mayor significado. Empiezan a discriminar, categorizar, clasificar, nombrar
Los niños y niñas tienen la habilidad de crear aprendizaje de la nada, no obstante hay determinados materiales que pueden promover diferentes descubrimientos. Una parte importante del trabajo de Montessori consistió en el diseño de materiales para desarrollar los sentidos así como distintos tipos de aprendizajes. Descubre algunos materiales Montessori aquí.
Como veis, se trata de etapas universales, por las que pasan todos los niños y niñas sean de donde sean y tengan el entorno económico que tengan. Es importante que las tengamos en cuenta y que las respetemos con tal de favorecer su desarrollo y crecimiento individual y social. La capacidad de aprendizaje de los pequeños es impresionante, solo tenemos que creérnoslo y partir de sus necesidades para hacerlo real. En palabras de Montesori
“El maravilloso paso realizado por el niño es el que lo conduce de la nada a cualquier cosa (aprendizaje) y a nuestra mente le resulta difícil comprender tal maravilla. Para dar este paso es necesario un determinado tipo de mentalidad, distinta de nuestra mentalidad de adultos. El niño está dotado de otros poderes, y la creación que realiza no es insignificante: es la creación del todo”
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