Llevo casi 10 años intentando entender porqué. Por qué si las rotondas son supuestamente iguales en todas las ciudades del mundo, en esta ciudad son caóticas, motivo de mal humor, auténtico atasco de tráfico…me intrigaba como peatón y aun más como conductora. Vamos a ver la pinta que tiene una rotonda aquí:
¿Encontráis algo raro? ¿No lo parece no? Ahora pondremos una vista aérea de la Rotonda de Francesc Macià, en Barcelona.
Podriamos jugar a las 7 diferencias entre las imágenes y no parecería que hay nada tan distinto no? Bien, mi investigación ha llevado a lo siguiente:
El primer motivo de todos, es que en Chile nadie respeta las normas de circulación “cívica” de las rotondas
Uno entra a la rotonda y, si no sale por la primera salida, se cambia al carril del medio. Si vas a dar casi al vuelta entera, te pones en el carril de más adentro. Y, para todo, señalizas! Bueno, pues el tema termina así:
Lo segundo…están mal hechas! (si hay un experto en la sala que pueda contradecirme, yo encantada) Aquí, en la mayoría de rotondas, el carril de incorporación de la rotonda
Pongamos el ejemplo que vienes por Vitacura y quieres incorporarte a la rotonda…estás entrando a la rotonda, casi pisando el espacio que necesitan los que quieren salir por Juan XXIII. Lo mismo pasa en el resto de salidas, porque además las entradas suelen tener carril de incoporación que literalmente topa con la siguiente salida (de hecho, esto pasa también en algunas autopistas en que la salida está justo cruzando el carril de incorporación)
¿se nota que tenía que sacarme el gusanillo de contar el misterio de la rotonda? Pero es que así ¿cómo no van a ponerse de mal humor los chilenos al volante?
Archivado en: Conociendo Chile, Viviendo leeeeejos
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