Hace un tiempo que decidí darme un respiro y aprender truquillos que me facilitasen la vida. Los encontré, los puse en práctica y aquí estoy. No tengo una vida de color de rosa pero sí va cogiendo forma. Voy logrando la vida que quiero, que no es poco en estos tiempos!
Y querrás saber la fórmula mágica que, en 3 segundos, te permita dejar de estar agobiada por el resto de tus días, si? O la fórmula mágica que, en lo que lleva girar la cabeza, de derecha a izquierda, te dé la vida que quieres, verdad?
¿Y, cuál es la vida que quieres?
Seguro que piensas en el Caribe, en un mojito y en poco más. Que pena que no sepas, a pies juntillas, cómo quieres tu vida. Por lo que, es imposible que logres la vida que quieres, si no sabes cuál es.
¿Cómo vas a dejar de estar agobiada si no sabes con certeza qué te agobia? La verdad es que, vamos tan rápido que, de lo rápido que vamos, no sabemos ni que vamos rápido. Y no, no te estoy vacilando, ni tomando el pelo, eh? Simplemente te estoy preguntando. Y si te molesta que te pregunte tanto, párate a pensar un poco y date respuestas aunque, sabes realmente que preguntarte?
A lo que iba….que he dejado de agobiarme!! Sí, sí. Como lo lees!! He logrado dejar atrás esa sensación de impotencia por no tener el control de todo. Es cierto que, a veces, se me olvida y me acelero pero, tachán! respiro y vuelvo a bajar marchas. Aún no han pasado muchos años desde que lo he logrado por lo que, por momentos, se me olvida esa nueva actitud. Ya poco queda para que sea un hábito bien instaurado en mi vida.
Pero llegar a ello me supuso mucho trabajo, mucha mala leche por no querer reconocer, y sobre todo, morder mucho el orgullo que no me dejaba ver más allá de mi ombligo. Te cuento los pasos que seguí y te juro que, ha merecido la pena. Y tanto que la ha merecido!
.- Primero tuve que mirar atrás, muy atrás, para profundizar en mi misma, como persona y descubrir que, mis NECESIDADES BÁSICAS, las de verdad, no estaban cubiertas por lo que, buscaba fuera lo que yo no tenía dentro de mi. No todos tenemos las mismas necesidades básicas pero si no las tenemos cubiertas, buscamos fuera, en otras personas o las sustituimos por cosas materiales. Así, vivimos la vida de otros (no sabemos bien lo que queremos), la vida que los demás nos dicen que es correcta y nos aferramos al materialismo puro para sentirnos queridas, cosa que suele durar poco. Es lo que nos han enseñado y no sabemos por dónde empezar para reconocer que algo falla, tenemos miedo a reconocer en voz alta que, la vida que tenemos, no es la vida que queremos. Pero ya estamos aquí, así que hay que seguir y punto.
Pues no. Tienes que atreverte a ser tu misma, única, diferente, inconformista (y eso no significa salir a comprar para tener más que la vecina o llevar la contraria al jefe para hacerse nota. No. Me refiero a que salgas de la rutina, entra dentro de ti y busca qué es lo que te apetece hacer distinto y que se haga sentir bien).
.- Después de encontrarme, tuve que REORGANIZARME para poder llegar a cabo mis nuevas acciones, mis cambios y mejoras. Y eso significo SIMPLIFICARME para poder llegar a ello. Si cargo a mi espalda una gran mochila, pocos pasos ligeros podré dar. Así que, manos a la obra con la limpieza y que la mochila sea ligerita para poder avanzar serena, constante. Poder parar a recoger nuevas actitudes, tropezar por la falta de experiencia, levantarme sin mucho peso y volver al camino para seguir avanzando. Miro atrás y aún no me creo que haya limpiado tanta mierda! Y la que queda!!! :)
.- Y por último, por escrito siempre, desarrollé un PLAN con mis DESEOS, METAS Y OBJETIVOS (bien bonito y con mucho colorido en el que he plasmado que deseo una mejora laboral, cambios en el hogar, un cambio de domicilio, más formación, invertir en mi, una vacaciones en caravana, armarios más simples y con nuevo estilismo…), para que no se me olvide, en esos momentos bajos o de desánimo (que se tienen) el camino que he decidido emprender para sentirme mejor conmigo misma, lograr lo que me he propuesto y poder acompañar así a mis hijos y familiares, en el mejor estado posible, tanto emocional como mental y físico.
Para nada es fácil! Aunque a mi me resulta más difícil conformarme, vivir con lo que no deseo y tener una lamentación constante y diaria. Así no se puede vivir ni puedes transmitir nada bueno a los que te rodean.
Una cosa es desear un cambio y otra muy distinta es ponerse manos a la obra. De nada me vale desear unas gloriosas vacaciones para el verano del 2015 si, de ahora en adelante no hago nada para conseguirlo. ¿Qué puedo hacer entonces? Si de verdad quiero las vacaciones, tengo varias opciones:
1.- Poner una hucha en la entrada de casa y echar todas las vueltas y calderillas de la cartera, al finalizar el día.
2.- Hacer alguna manualidad y luego venderlas en algún mercadillo.
3.- Escribir un ebook electrónico de algo que se me de bien y ponerlo a la venta en Amazon.
4.- Reducir las salidas a cenar fuera, al cine y ese dinero apartarlo en la hucha destinada para ello.
5.- Hacer extras de algo: quedarte con los hijos de la vecina algunas horas a la semana, o el fin de semana limpiar la casa de alguna amiga que lo necesite.
La cuestión no es decir: “ja! qué fácil lo ves tú que no tienes X”… La cuestión está en que TÚ MISMA encuentres el mejor modo de lograrlo, y eso, no lo puede hacer nadie por ti.
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