Aunque esta técnica se presentó justo ahora hace 10 años en Ginebra, cuando se estaban realizando los pertinentes ensayos clínicos, no ha sido hasta ahora que se ha utilizado en España. Y es que, a diferencia de la fecundación In Vitro, donde la fecundación entre el óvulo y el esperma se realiza en un tubo de ensayo, la fecundación In Vivo permite realizar la fecundación en el interior del útero de la madre mediante una cápsula.
Fueron también los del Instituto Valenciano de Infertilidad, quienes en 2008 ya hicieron los primeros ensayos con resultados prometedores.
¿En qué consiste la Fecundación in vivo?
Esta nueva técnica tiene un proceso similar a los tratamientos de fecundación in vitro conocidos hasta ahora. La única diferencia, que no es menor, es en la parte final del tratamiento una vez realizada la punción y extracción de los óvulos.
La técnica consiste en introducir los óvulos y espermatozoides dentro del dispositivo, una pequeña prótesis de silicona del tamaño de un Dispositivo Intra Uterino (DIU), para que se lleve a cabo la fecundación y el posterior desarrollo embrionario dentro del útero materno. Pasados unos días, se extrae para seleccionar los mejores embriones que se introducirán de nuevo en el útero de la madre.
Según el director de IVI Bilbao, el Doctor Marcos Ferrando, el tratamiento supone un gran desafío “porque permite que el embrión sea fecundado y se desarrolle, desde las primeras horas, en su medio natural y en las mismas condiciones de luz, temperatura y nutrientes que tendría si hubiera sido concebido de manera natural”.
Ventajas de la Fecundación In Vivo
La fecundación in vivo mejora las posibilidades de supervivencia de los embriones, además de reducir las posibles anomalías cromosómicas que estos pueden sufrir durante el proceso.
Aunque la principal ventaja con respecto a la fecundación in vitro, es que los embriones no se cultivan en el laboratorio sino en su medio natural, el útero materno, ya que el óvulo se transfiere al útero inmediatamente después de ser fecundado.
A diferencia de la fecundación in vitro, donde los ovocitos fertilizados no se transfieren de forma inmediata al útero sino que se mantienen entre dos y cinco días en una incubadora con un medio de cultivo apropiado, la fecundación In vivo permite que el embrión crezca desde las primeras horas en su medio natural, en las mismas condiciones de luz, temperatura y nutrientes que tendría si hubiera sido concebido sin interferencias técnicas.
Otra de las ventajas, es que este nuevo sistema de fecundación, reduce notablemente los costes de los tratamientos de la fecundación in vitro, donde los procesos son más laboriosos y, en consecuencia, más costosos. Según los expertos, esta nueva técnica permitiría que muchas parejas con pocos recursos económicos pudieran tener más posibilidades de conseguir un embarazo.
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