Con el boom preñil de la blogosfera maternal prometí que de vez en cuando dedicaría una entrada al embarazo. Hace unos meses se puso en contacto comigo la revista Imagen&Belleza, proponiéndome colaborar con un artículo sobre este tema desde la perspetiva de mamá bloguera, y no dudé en hacerlo. El artículo se publicó en la edición papel en septiembre, y tras su páginas descubrí que compartía cartel con Blanca de Mimos para mamá, a quien tuve el placer de conocer hace unos meses en un taller que impartí en Madrid y con la que compartí una agradable tarde en la Feria de Puericultura de Madrid.
Así que, permitiéndome este momento #egoblogger, aprovecho el texto al completo que les remití -obviamente solo publicaron una parte- con todo aquello que me sirvió durante mis embarazos y postpartos, esperando que os guste y os sea de utilidad.
Nuestro cuerpo cambia a lo largo del embarazo y el postparto. Cada una lo notará de una manera diferente y no podemos hacer nada para evitarlo, pero sí podemos poner de nuestra parte para que nuestro cuerpo lleve esos cambios de la mejor manera posible.
Uno de los efectos del embarazo más temido por las mujeres son las estrías, esas que una vez salen ya no vuelven a irse, se quedan con nosotros recordándonos que una vez llevamos una vida dentro.
No hay una crema ni un cuidado milagroso para evitarlas, cada piel es de una manera y si la tuya es dada a romperse ante los cambios difícilmente podrás evitarlas. Lo que sí podrás es ayudar a tu piel para que salgan en menor medida o con menos intensidad, por eso es totalmente recomendable hidratarse bien a fondo desde el minuto uno que sabes que estás embarazada.
Y no solo hidratarse la barriga, que no es lo único que cambia de tamaño en nuestro embarazo. La piel puede resecarse en general y al final podemos sufrir edema ?hinchazón- sobre todo en las piernas, por lo que una hidratación diaria, continua y general en todo el cuerpo va a hacer mucho bien.
En la barriga, además de una buena hidratante corporal puedes añadir un aceite corporal o un anti-estrías, no hace falta que te gastes mucho ya que puedes encontrar excelentes productos de marcas blancas. Con un buen masaje circular para drenar la piel y activar la circulación, te sentirás mejor y hasta te relajará.
Caminar todos los días a buen ritmo mejorará tu circulación, que se ve afectada por la presión del útero sobre la vena cava inferior, dificultando que lo haga normalmente en las extremidades inferiores. No vale el paseo mirando escaparates, cálzate unas buenas zapatillas de deporte y sal a caminar.
A medida que avanza el embarazo y sobre todo al final te costará un poco más caminar con agilidad por el peso y volumen de tu barriga, pero no es motivo para dejar de hacerlo. Todo lo contrario, al final es cuando más se resiente nuestra circulación, cuando es más probable sufrir edema y una buena caminata te ayudará a sentirte mejor. No olvides que, además, es un excelente ejercicio en los días finales del embarazo de cara al parto, pues así estimulamos a nuestro cuerpo y lo preparamos para ese gran momento.
Muchos partos vienen después de una buena caminata, así que no te quedes sentada en el sofá ?a menos que tengas que hacer reposo obligado, obviamente-.
Deportes como la natación son también muy recomendables para mantener a tono nuestra musculatura, fortalecer la espalda y así sobrellevar mejor la carga del peso de nuestra barriga.
Si eres de las que asocia embarazo con ropas amplias, camisas sueltas, petos vaqueros y crees que tienes que dejarte la Visa en un intento de hacerte un pequeño fondo de armario, cambia el chip.
Puedes sentirte igual de guapa y a la moda luciendo una preciosa barriga y sin gastarte mucho, incluso sin comprarte ropa especial pre-mamá.
Aprovecha lo que puedas de tu fondo de armario. Las camisetas y prendas elásticas o de tejidos que ceden son una opción estupenda si no te importa lucir barriga; lo mismo que blusas sueltas o partes de arriba con el corte bajo el pecho, que además siempre se llevan.
Otro tipo de prenda muy socorrido son los vestidos, blusones y camisetas largas combinados con leggins; vestidos de punto, de lana, de algodón, sueltos o entallados, todo depende de tu estilo y tu cuerpo. Leggins encuentras en cualquier tienda, son baratos y con la cintura elástica, por lo que te los podrás acomodar a tu barriga sin problema. Tanto en verano como en invierno son una opción estupenda para vestir de manera cómoda, sencilla y práctica, y si quieres lucirte un poco más basta con que añadas algún complemento que le de el toque.
En verano puedes optar por vestidos sueltos y con corte bajo el pecho pues son muy favorecedores, frescos y cómodos.
La ventaja de estas prendas es que las podrás seguir usando tras dar a luz, hasta que tu cuerpo vuelva a su sitio, el lugar de tener que comprarte ropa nueva de una talla mayor.
Cuando por fin seas mamá y tu bebé reclame el 200% de tu tiempo, intenta sacar unos minutos al día para ti. Si tienes una melena larga y por falta de tiempo sales con unos pelos horrorosos a la calle, aprovecha para hacerte un corte favorecedor y fácil de trabajar, así además sanearás tu cabello tras el embarazo.
Hazte con un kit de maquillaje básico exprés con el que puedas arreglarte en un momento, tapar las ojeras y resaltar lo bonito de tu cara. Mírate al espejo y siéntete guapa.
Si te incomoda esa barriga que se ha quedado tras dar el parto, no te sientas avergonzada por ello, eso de los vientres planos tras dar a luz es mentira. Mi truco en este caso fue usar unas bragas-faja subidas hasta la zona bajo las costillas, de esta manera me veía más estilizada y me sentía mejor, sobre todo cuando alguien me decía ?chica, ¡qué bien te has quedado!?, que sí, que tú sabes que llevas una faja, pero lo sabes TÚ, y si te ves guapa en el espejo, ¡Qué más da!. Eso sí, las fajas sin abusar, que para que la barriga vuelva a su sitio la musculatura debe trabajar por sí misma.
Y no abandones el ejercicio tras el parto. Vale que no puedes ir al gimnasio ni hacer deporte fuerte, pero ahora tienes una excusa perfecta para salir a caminar todos los días, tu bebé. Empujando un carrito, o mejor, llevándolo bien pegadito a ti en un portabebés ergonómico, podrás caminar a buen ritmo, estimularás la circulación, ejercitarás la musculación y te sentirás mucho mejor.
Cuanto mejor te sientas contigo misma, más disfrutarás de tu maternidad.
Y próximamente, "Cómo vestirnos durante la lactancia". Espero que os haya gustado.