1.- LIMPIEZA: Lo primero de todo, paso a humedecerme la cara con agua para a continuación ponerme 5 puntos del limpiador regenerador en frente, nariz, barbilla y pómulos. Lo masajeo y me paso durante un minuto el sistema de limpieza. Cuanto he terminado, me seco bien con una toalla específica (no con la que tengo en el baño como hacía antes) y me pongo un poco de tónico anti-edad. Con este primer paso preparo la piel y la libero de células muertas e impurezas para conseguir mejores resultados en los tratamientos que vienen a continuación
2.- TRATAMIENTO ESPECÍFICO: Como una ya está a puntito de cumplir una pila de años (44 los que me caigan el domingo que viene) no me puedo dejar a un lado los tratamientos específicos que ayudar a las temidas patas de gallo y que ayudan a que la hidratación de la piel sea mucho mayor. Para ello, aplico el contorno de ojos y el sérum que duplica el efecto del tratamiento hidratante.
3.- HIDRATACIÓN Y NUTRICIÓN: Y ya para terminar, el punto que yo solo hacía y solo por la mañana: la hidratación. Por el día aplico un crema para hidratar la piel, con un poco de factor de protección para el sol y con otros componentes que protegen la piel frente a los agentes externos. Y por la noche, cambio a un crema para nutrir y reparar la piel mientras duermo.
Si es verdad que ahora invierto algo más de tiempo en el cuidado fácil, pero de verdad que no llegan a los 5 minutos por la mañana y otro tanto por la noche. Pero, de verdad, merece la pena.
¡¡¡FELIZ LUNES!!