En estos 365 días has aprendido a leer, a escribir... ¿dónde ha quedado mi bebé?
Nos sorprendes continuamente con razonamientos de los que no te sabíamos capaz. Sacas conclusiones que tengo claro que cualquier día nos van a sacar los colores. “Mamá, me he dado cuenta al escribir los números que solo el 4, 5 y 6 se escriben desde la derecha a la izquierda ¿porque no se escriben de izquierda a derecha como los demás?
Has logrado controlar tus ataques de rabia para no pegar (al menos en un 95% de los casos), aunque el grito aun no te lo quita nadie. Te exasperas, gritas…pero ya casi siempre logras respirar y calmarte.
Has aumentado tu tolerancia…hasta el gato sobrevive cuando te destroza tu mundo de muñecas recién construido.
En estos 365 has empezado a superar tus exigencias de perfección para emocionarte con el aprendizaje…
Tu tenacidad te ayudó a vencer un curso que se te hizo muy cuesta arriba emocionalmente al principio
Abriste tus sonrisas a un montón de compañeros nuevos
Nos sorprendiste superando tu asco a las comidas y los olores, decidiendo sentarte a la mesa con nosotros.
En estos 365 días te hemos visto cantar miles de canciones, con las letras bien aprendidas da igual en qué idioma sean, bailar cientos de ellas imitando coreografías, representar películas o capítulos que te encantan y te sabes de memoria, e inventar mundos y juegos que nos demuestran que tu creatividad no tiene limite. Porque ¿te imaginas a twilight sparkle convertida en raven de los teen titans? Ella se lo imagina, y lo crea! Ojalá esa creatividad no te abandone nunca.
En estos 365 nos has ido descubriendo a esa pequeña que deja atrás la primera infancia para convertirse en una pequeña personita, que va construyendo su propia personalidad, esa que acompañas con esa sonrisa que derrite, esa a quien no se puede llevar al contraria.
Pero en estos 365 también nos has descubierto una vez más esos amores que escondes.
No sé si hay alguien que falte por decir que eres una niña de mamá, porque nunca te enfadas conmigo aunque quieras, porque siempre he sido tu preferida entre todos y no te cansas de repetir en voz alta lo mucho que me quieres, y que yo todo lo hago bien bajo tu mirada.
Ese vínculo que se creó cuando naciste y que nos sigue acompañando es algo que a veces levanta envidias, algo que habrá personas que nunca entienda. Veremos si en tu adolescencia seguimos llevándonos tan bien (ojalá) y ese vínculo no se rompe nunca.
Pero no es ese amor al que me refiero. Porque en estos 365 días has descubierto de verdad a tu hermana. Vuestro vínculo ha cambiado, y espero que nunca os olvidéis de ello. Esa hermana con la que te has peleado casi a diario desde que tienes uso de razón, con la que nos preocupaba que no encontraras ningún punto en común para compartir.
No os gustan los mismos juegos, no tenéis las mismas habilidades, o seguís las mismas series ni os entretenéis de la misma manera. Pero nos has enseñado como tu hermana es ese gran ejemplo en el que te miras continuamente. ¿Por qué aprendiste a leer y escribir antes que te enseñaran en clase? Para ser más como ella. ¿por que aprendiste a tolerar perder siempre en las carreras? Porque sabes cómo ella adora correr. ¿Por qué aprendiste a ceder (un poquito) en lo que vas a ver en la tele, o en el juego que vas a jugar? Para estar con ella.
Has vuelto al colegio y os echáis de menos cuando no estáis juntas. Estos 365 días te han regalado muchos aprendizajes nuevos, un cambio grande en tu personalidad, y una relación con tu hermana que espero no se pierda nunca…aunque te exasperes a veces.
Y por fin, tras casi 365 días, de nuevo has podido emocionarte con la cuenta atrás a tu cumpleaños, con las amigas que vas a invitar, con los regalos que vas a pedir (y a quien le vas a pedir cada uno), qué pastel quieres, cuál va a ser la verla que quieres para soplar. Cada detalle lo has imaginado cientos de veces; es tu día favorito del año…y seguro ya estás imaginando el del año próximo!
Feliz cumpleaños mi vida, disfruta tus celebraciones como disfrutas todas las cosas, intensamente.