Aceptar las críticas no es siempre fácil. Si no lo es para nosotros, los adultos, imaginad lo que significa para un niño pequeño, pero es imprescindible que aprendan a hacerlo. ¿Por qué? Porque al enseñar nuestros hijos a aceptar las críticas de un modo positivo les estaremos proporcionando las herramientas necesarias para su correcto desarrollo emocional.
De este modo, aprendiendo a aceptar los fracasos, tolerar la frustración o gestionar las decepciones que suelen acompañar a una crítica podrán tomar mejores decisiones en un futuro al ver los posibles errores como una oportunidad.
Aceptar las críticas y entender el error como una oportunidad para mejorar.
El modo en el que reaccionamos a las críticas o las opiniones de terceros, sean positivas o negativas, depende de nuestra forma de ser, de nuestra personalidad, de nuestra autoestima y capacidad de confiar en nosotros mismos. Cuanto más seguros estemos de nosotros mismos mejor encajaremos las críticas u opiniones de los demás. Por tanto una de las formas de enseñar a los niños a aceptar las críticas es fomentando su autoestima y la seguridad en sí mismos.
Otro de las dificultades para aceptar las críticas es la poca capacidad de tolerar la frustración que tienen muchos niños hoy en día. En nuestro afán por ver felices a nuestros hijos muchos padres nos enfocamos a facilitarles tanto la vida que les evitamos cualquier tipo de sufrimiento o frustración. Lo que se traduce en que en muchas ocasiones eludimos criticar sus comportamientos o trabajos. Sin embargo, es necesario que los niños aprendan y entiendan que no todo cuanto hacen o dicen es correcto o gusta a todo el mundo.
Padres sobreprotectores y/o muy permisivos, con la mejor de las intenciones elogian o permiten todo cuanto hacen sus hijos por miedo a lastimar su autoestima y autoconcepto. Actuando así les impiden ver el error o la posibilidad de mejora, tan necesaria para evolucionar.
Los niños deben aprender que la crítica forma parte de la vida, de igual modo que lo es el error. Todos, sin excepción, cometemos fallos y aceptarlos no nos deja en un mal lugar, todo lo contrario, es una señal de madurez emocional. Enseñar a los niños a escuchar y aceptar las críticas forma parte de la educación emocional que todo padre y madre debe realizar.
Aceptar las críticas de un modo positivo forma parte del repertorio de habilidades sociales que los niños deberían aprender a lo largo de su infancia para convertirse en un futuro en adultos asertivos. Es decir, personas socialmente hábiles, capaces de escuchar las opiniones de los demás sin sentirse agredidos por sus comentarios. Para ello es necesario potenciar en los niños una buena autoestima que les proporcione la suficiente confianza en sí mismos para que una crítica no les afecte negativamente.
Resumiendo, para ayudar a los niños a aceptar las críticas debemos:
Evitar sobreprotegerles
Fomentar su autoestima con honestidad, sin sobrevalorar sus trabajos, producciones ni acciones.
Proporcionar un entorno que le permita aprender a tolerar la frustración.
Proporcionarles oportunidades para que confíen en sí mismos.