1.- ELIGE EL PAN
La primera duda que se nos plantea es elegir el pan. Hace unos años se hacía con el pan tradicional (los expertos dicen que es con el que mejor sale), pero ahora podemos encontrar en el mercado otro tipo de panes especiales para hacer torrijas tipo suizo o brioche.
Tenemos que tener en cuenta que la elección del pan es muy importante, ya que dependiendo de la densidad del mismo retendrá más o menos leche, pero también, como en todo, depende de nuestros gustos.
Se recomienda que el pan sea del día anterior, ya que retendrá más leche y la torrija quedará más jugosa.
2.- DE VINO O DE LECHE
Podemos encontrar torrijas de estos dos tipos.
Si queremos hacerlas con leche tenemos que calentar un litro de leche entera al que echaremos una rama de canela y 100 gramos de azúcar. También podemos hacer una variación de esta receta y echar parte de azúcar vainillada (les da otro sabor).
A esta mezcla también podemos añadir una cáscara de naranja y de limón para que le dé un sabor más afrutado.
Después partimos la barra de torrijas (si es que no la hemos comprado ya partida) en rebanadas gruesas y las pasamos por la leche dejando que se empapen durante unos 5 o 10 minutos.
Si hemos optado por hacerlas de pan brioche quizás este tiempo tenga que ser inferior, ya que al ser un pan menos consistente se puede deshacer.
También existe la variante de hacerlas con vino, tinto o blanco depende de lo que nos guste. Las más tradicionales son las de vino tinto y para ello necesitamos hacer un almíbar de vino con 750 ml de vino tinto, 400 ml de agua, 300 gr. de azúcar, 1 rama de canela y piel de naranja.
Para hacer el almíbar se coge el vino, el agua, la piel de naranja, el azúcar y la canela y lo ponemos a hervir durante unos 5 minutos.
Este almíbar debe reposar unas 8 horas por lo que es conveniente hacerlo la noche anterior a hacer las torrijas, o muy pronto por la mañana si las vamos a hacer ese día.
Después de tener el almibar hecho pasaremos las rebanadas de pan por el mismo como hemos hecho con las de leche.
3.- FRITAS O AL HORNO
Una vez que las hemos pasado por leche o vino las pasamos por huevo y toda freírlas u hornearlas
Las tradicionales siempre han sido fritas, pero también cogen mucha grasa, por lo que podemos hacerlas al horno y el resultado es el mismo.
Si queremos hacerlas fritas podemos utilizar aceite de girasol o de oliva, dependiendo de nuestros gustos. El aceite de girasol le da un toque más suave (es el que se suele utilizar en los postres caseros como bizcochos) y el de oliva es más intenso, pero, como en todo, dependerá de lo que nos guste.
También las podemos hornear, igualmente haciendo la misma operación y, una vez que las hemos pasado por huevo, las ponemos en la bandeja del horno, encima de una lámina de papel de horno y las ponemos en la parte de arriba a 200º en modo grill.
4.- EL TOQUE FINAL: EL ALMÍBAR
Recuerdo de pequeña hacer torrijas con mi madre y el almibar me encantaba. Una vez que se habían frito las torrijas mezclaba azúcar y canela en un plato y las iba pasando por ahí para dejarlas en una bandeja. (Esto lo hacemos igual si las hemos horneado).
Con lo que sobraba hacía un almibar echándole agua y dos cucharadas de miel (dependerá de la cantidad de almibar que hagamos y sobre todo de lo dulce que queramos que esté.)
Este almíbar se echa por encima de las torrijas para que queden jugosas.
5.- TORRIJAS “MODERNAS”
Por último encontramos recetas más modernas de torrijas como por ejemplo las torrijas al horno con un toque de color para los más vanguardistas.
Si queremos innovar más podemos echar una crema pastelera por encima y gratinarla al horno..
O echarle helado o chocolate por encima
Y también los veganos pueden disfrutar de este postre tradicional cambiando la leche por bebida de avena, soja o arroz y sustituir el huevo por harina.
De todas formas si no te has decidido a hacerlas tu mismo aquí te presentamos el Mapa de la Torrija, con más de 40 sitios dónde elegir.