Entre los cuatro y los cinco meses de vida, podemos comenzar a incorporar en la alimentación de nuestro bebé algunos nutrientes tan importantes como la fruta. Sin embargo, no podemos hacerlo cómo si lo comiéramos los adultos, sino que debemos introducir este alimento poco a poco. Podemos optar por el formato en puré o, directamente, dárselo en zumo. ¿Qué frutas son las más adecuadas? ¿Cómo incorporar la fruta en la dieta del bebé?
¿Cómo incorporar la fruta en la dieta del bebé
La fruta es un alimento fundamental para nuestra dieta. Principalmente, el hecho de ofrecerle a nuestro bebé fruta hace que conozca otros sabores y se vaya familiarizando con la comida de 'los mayores'. Además, no debemos retrasar mucho la incorporación de la fruta, puesto ayuda a los niños a prepararse para tolerar alimentos distintos a la leche.
Como ya sabemos, las frutas aportan muchas vitaminas, sobre todo, vitamina C y betacarotenos, que ayudan a mejorar las defensas. Además, contienen mucha agua y fibra, lo que mejorará considerablemente su tránsito intestinal, en caso de que sufra estreñimiento o diarrea, por ejemplo. El hecho de incorporar la fruta en la dieta del bebé no implica que deje de tomar leche, puedes incluirla como base de algunos purés o, un poco más adelante, en forma de yogur.
Zumo de frutas, una buena opción
Algunos pediatras recomiendan comenzar con los zumos de frutas antes de incorporarlo al puré. Lo cierto es que es una textura más apetecible y parecida a la leche, por lo que nuestro bebé tendrá preferencia por el zumo antes que el puré. No obstante, depende de cada niño, si el niño rechaza el zumo simplemente debemos optar por el puré.
Si comenzamos con el zumo, lo mejor es que comencemos con pequeñas cucharaditas para ver qué cantidad acepta tu pequeño, para después aumentarla poco a poco. No incluyas la fruta en el biberón puesto que podría causar caries a tu bebé.
El mejor momento del día para incorporar el zumo es entre las comidas o después de la siesta, ya que suelen levantarse con sed. Es importante que el zumo no sea muy ácido, debemos elegir frutas como las mandarinas o naranjas dulces. No podemos añadir azúcar al zumo, aunque pensemos que esté ácido para el bebé, está totalmente desaconsejado durante el primer año de vida.
La fruta en puré
Si optamos por dar la fruta en puré, debemos tener en cuenta una norma básica: tenemos que darle purés de una sola fruta y si lo tolera bien durante unos días, optar por otra fruta diferente. ¿El motivo? Porque si mezclamos varias frutas y alguna le provoca alergia o intolerancia no sabremos cuál de ellas es.
El truco para que los niños acepten mejor los purés de fruta es añadir una base de leche templada, ya que es un aliemento que ya conoce. Conviene comenzar con la manzana y la pera, frutas suaves y dulces, para después incorporar el plátano, la naranja, uvas, etc. Debemos evitar las fresas, el kiwi, el albaricoque y las tropicales, porque pueden producirle alergia. A la hora de comprar frutas escógelas maduras y utilizalas desechando la piel y el corazón. Por último, en cuanto a la cantidad, ten en cuenta lo que tu hijo acepta y lo que y no te desesperes, ve poco a poco. El pequeño tiene que acostumbrarse a la nueva textura y al sabor. Con paciencia conseguirás que le coja el gusto.
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