Algunos niños, más que otros, presentan una imaginación asombrosa, lo cual no es un aspecto negativo, salvo en el caso en que se quedan a vivir en ese mundo imaginativo, y se olvidan de realizar otras tareas. Este falta de concentración causa una gran preocupación en los padres, que con frecuencia se desesperan al ver que su hijo es incapaz de salir de su burbuja. Si bien, los padres tienen en su mano ciertas estrategias para ayudar a evitar las distracciones de su hijo.
En primer lugar, los padres no deben “etiquetar” a su hijo de distraído, acusándole de que se le olvidan las cosas o de que no presta atención cuando le mandan algo que hacer. Esta actitud sólo hará empeorar la situación y el estado del niño, ya que pensará que es algo que tiene que aceptar y que no se puede cambiar. La actitud de los padres debe ser siempre positiva para reforzar la seguridad de su hijo. De este modo, el niño se sentirá más capaz de sí mismo y tendrá una mejor relación con las personas de su entorno.
A la hora de darle una orden para que la cumpla, no debe hacerse mientras que el niño esté desempeñando alguna tarea. En este caso, es necesario establecer un contacto visual padre-hijo, y una vez que se está seguro de que el niño está concentrado en lo que se le va a pedir, es el momento de solicitarle la acción. Aun así, si se duda de si lo ha comprendido con claridad, se le puede pedir que repita lo que acaba de escuchar. Asimismo, lo idóneo es darle primero una tarea a realizar, y una vez concluida, darle la siguiente, para no se sienta saturado y recuerde lo que tiene que hacer.
Lo más apropiado para tratar con niños distraídos es establecer una serie de rutinas, que deberá realizar todos los días. Quizá al principio, al pequeño le cueste seguir un horario y unas tareas determinadas, por lo que los padres deberán estar atentos a su hijo, y avisarle cuando se acerque el momento de hacer algo, para que no se le olvide. Poco a poco, es recomendable dejar que sea el propio niño el que haga las tareas sin necesidad de que se lo recuerden, y observar si hay algo que deja por hacer, para volver a repetírselo. Estas pautas, asimismo, harán mucho más responsable al pequeño.
¿Tu hijo se distrae con facilidad? ¿Qué haces para ayudarle?
Imagen: efleming/flickr.