Uno de los factores a tener en cuenta es que el material de sus camas o hamacas no absorban el calor.
Quizá lo más importante de todo, y a la vez lo más evidente, sea alejar a los más pequeños de cualquier ambiente excesivamente caluroso. Especialmente en horas donde la calor apremia de una manera mucho más intensa.
Además, se debe evitar el contacto directo con el sol, pasear por la sombra y hidratar al niño o niña constantemente. Si estamos en lugares cerrados, por supuesto que el aire acondicionado va a ser nuestro mejor aliado para el bienestar del bebé. Pero además de estos factores de sentido común, existen otros que a simple vista tienen menor importancia, pero que pueden marcar una diferencia abismal en la calor que sienten los bebés.
Escoge bien la hamaca y sus materiales
Cuando son tan pequeños, los peques están la mayor parte del tiempo recostados sobre una cama, una hamaca o hasta el cochecito. Es por eso que poner el foco en escoger hamacas para bebé que prioricen la fabricación con materiales que no absorban el calor es un punto a favor.Hoy en día la gran mayoría de ellas están diseñadas pensando en la absoluta seguridad del bebé en todos los sentidos, por lo que a priori no debemos preocuparnos. No obstante, es algo que tener muy en cuenta cuando debamos comprar una.
Además, contar con este tipo de estructuras ergonómicas puede tener efectos beneficiosos también en la salud postural de los más peques, ya que están especialmente diseñadas para adaptarse perfectamente a la mobilidad del niño o niña y así reducir que este pueda sufrir cualquier lesión corporal. De hecho, el material diseñado para los más pequeños cada vez está más enfocado a mejorar la totalidad de sus capacidades motrices, cosa que contribuye muy positivamente al buen crecimiento de los bebés.