He pasado el fin de semana con dos mamas A y B con sus hijos, A con un bebé de 4 meses y medio y B con un bebé de un año.
La primera de ellas A comienza a trabajar la semana que viene por lo que está destetando al pequeño y le introduce ya biberones alternando la teta, su idea es que una vez comience a trabajar abandonar la lactancia materna.
Y la otra mamá B ya comenzó a trabajar en noviembre, sin embargo continúa con la lactancia. Se saca la leche por las mañanas, se lo dan al bebé y cuando llega ya sigue con la lactancia.
Comparto las dos opciones. Cuando me toque creo que optare por la primera ocion dando el pecho hasta mi vuelta al trabajo, pero…no estoy segura, según vaya surgiendo.
Por otro lado A no practica colecho, mientras que B si lo practica.
Dos formas de educar y criar que no tienen nada que ver pero igual de buenas para mi gusto.
Hasta ahí bien.
El problema con el que me he encontrado es que en este caso, ojo que no siempre es así, el bebé A es más independiente, mientras que B es totalmente dependiente de su mamá.
Eso también es normal, por la demanda de teta.
Pero…¿Cuando pasamos el límite de la dependencia?
Cada uno cría a sus hijos como puede o sabe, eso está claro, pero muchas veces somos las madres más dependientes de nuestros hijos que al revés.
He visto como mamá B no dejaba a papá B cambiar los pañales, o calmarle, he oido frases como : solo puedo calmarle yo porque necesita mi contacto, no el tuyo. Esto lo haces mal, está acostumbrado a mi. Tiene que dormir a mi lado no de su papá porque cuando tiene hambre saco la teta y se calma por la noche, para mi es muy cómodo y para ella también.
He viajado con ellos en coche y el bebé se ha puesto a llorar en repetidas ocasiones. En todas ellas hemos parado de inmediato a que su mamá le diese la teta porque era su única manera de calmar el llanto.
Sin embargo, no he visto otras opciones de distracción en el bebé en el llanto, un juguete, unas llaves que hacen ruido, una canción o unas palabras de su madre.
Creo que tenemos que tener un especial cuidado en este aspecto, estamos haciendo dependientes a nuestros hijos de nosotras y lo que es peor, nosotras de nuestros hijos y no les dejamos avanzar, no dejamos que los papás se involucren en la crianza y es muy importante que los niños se sientan igual de bien con sus madres que con sus padres.
No seamos egoístas y dejemos participar a los papás en su educación, también son sus hijos.