El embarazo y el vino: Nos vamos de cata

Cuantas veces habéis oído la expresión…”Si estás embarazada NO puedes beber alcohol”. Cierto.

El alcohol y el embarazo no son una buena combinación. Nadie sabe con exactitud el daño que el alcohol puede causar a tu bebé, incluso una mínima cantidad. Todas las instituciones públicas de salud recomiendan a las mujeres embarazadas, así como a las que están tratando de quedar embarazadas, que eviten el alcohol por completo.

Una vez puestos en antecedentes…mi recomendación personal: Una copa de vino muy de vez en cuando no te hace ningún daño.

Pues ahí me he ido yo con mis amigas a visitar las Bodegas Lecea en San Asensio, La Rioja Alta, este fin de semana



Era la primera vez que visitaba una bodega y he vuelto con ganas de más.

Teníamos progr amada la visita para la una del domingo pero nos perdimos y llegamos media hora tarde. Avisamos por teléfono y nos comentaron que prepararían la visita para nosotras cuando llegásemos. Todo un lujo.

Y allí llegamos! Cuando aterrizamos estaba algo desconcertada porque solo veía casas y no entendía muy bien como sería la bodega.

Nos atendió Lourdes, quien más tarde nos hizo de guía por los calados centenarios del siglo XVI de la bodega.

Las Bodegas Lecea nacen de la pasión de una familia de viticultores  que ya desde generaciones se han dedicado al cultivo de la vid y la elaboración de sus propios vinos. Desde los años 80, ya con Don Rufino Lecea Blanco comienza el embotellado y comercialización de los vinos. A comienzos de los años 90, Luis Alberto Lecea Blanco comienza a elaborar importantes vinos de crianza y reserva. Y es por esa fecha también cuando empieza a incorporarse la tecnología a las bodegas. A día de hoy importantes y reconocidos propósitos se encuentran en el frente de la bodega cómo la elaboración de su vino artesano Corazón de Lago .

Comenzamos a descender a 12 metros bajo tierra por laberintos y cuevas de misterio, los famoso calados.

Era como hacer un viaje a la historia, en cada rincón detalles de utensilios sobre el vino, parras centenarias y pellejos donde se transportaba el vino en la época.

Nos dieron a catar dos clases de vino el “Corazón del Lago” un  vino que se elabora a partir de uvas seleccionadas de viñedos con edad superior a 25 años. Su elaboración es totalmente artesanal, La uva es depositada entera en el lagar y pasados unos quince días se realiza el pisado de la uva como hace 100 años para luego acabar el proceso en con el prensado el trujal de mano.

A mi me encantó

Y más tarde nos dio a catar el Reserva 100% Tempranillo de viñedos de más de 30 años de edad. El vino permanece 24 meses en barrica de roble francés para luego pasar a la botella hasta su acabado y posterior consumo.

Probé los dos vinos, una cata no es como una copa habitual y por eso os comento que aunque se esté embarazada no dejéis de visitar estos sitios tan solo por el echo de no poder beber alcohol, visitar una bodega es mucho más que ir a catar vino.

Nos hemos prometido volver, en octubre con la vendimia, ya que ofrecen la posibilidad de pisar la uva y participar en la elaboración del vino de forma totalmente artesanal. Y además ya habrá nacido India.

He vuelto a casa emocionada, con ganas de descubrir estos rincones escondidos que nos ofrecen tanto, desconocidos, sin la popularidad de otras bodegas, pero con más esencia que ninguna.

Volveré…