Esquemáticamente podemos mencionar tres tipos de crianza definidas a partir de:
1. Cómo establecen los padres los límites hacia los niños (grado de flexibilidad o rigidez para marcarlos). Los límites proporcionan una idea de realidad, estimulan el control de los impulsos y advierten sobre los peligros existentes.
2. Cuánta contención emocional les ofrecen (satisfacción de necesidades básicas de afecto y seguridad). La contención posibilita la autoestima, el desarrollo y el vínculo con los demás.
Cada estilo de paternidad modelará el temperamento del niño e influirá de manera positiva o negativa en la personalidad que éste desarrolle. Veamos los 3 tipos de crianza básicos:
Permisivo. La permisividad es definida como una tolerancia excesiva hacia las demás personas, sean estos niños o adultos. En el caso de los padres permisivos, éstos por lo general, dejan que los niños se expresen libremente, estableciéndoles muy pocas reglas o límites; para ellos, los niños pueden autorregular su conducta sin la necesidad de autoridad externa. En este estilo de paternidad, los padres son transigentes con conductas que otros padres reprobarían o castigarían. Las pocas normas que establecen son consultadas con los niños, a quienes les otorgan mucha libertad en la toma de decisiones, tanto individuales como familiares, sin que éstos a veces tengan la madurez suficiente como para hacerlo. Afectivamente, son más cariñosos que los padres autoritarios; y a diferencia de éstos, no poseen estándares de comportamientos aceptables o deseados. Los padres permisivos, otorgan tanta libertad a sus hijos, que éstos tienden a ser más inmaduros que los demás, y menos curiosos e inquietos que el resto.
Autoritario. El autoritarismo hace referencia a un tipo de ejercicio de poder que se caracteriza por la ausencia de consenso, la falta de fundamento y justificaciones al tomar decisiones, y la escasa libertad de expresión que se otorga a los que se encuentran bajo la influencia de poder. Los padres autoritarios ejercen su poder sobre los niños, dándole a éstos escasa participación en la toma de decisiones; indistintamente de la edad que tengan. Valoran por sobre todas las cosas la obediencia a las normas y reglas que imparten; y castigan a los niños cuando no las cumplen. Las normas por lo general abarcan casi todos los aspectos de la vida del niño, sin dejarle a éste un espacio para que tome decisiones propias. Además de la obediencia, exigen que los niños se superen constantemente. En lo afectivo, suelen ser más distantes y menos continentes. Los padres autoritarios generan en los niños retraimiento y dependencia de los demás.
Democrático. Los padres democráticos se caracterizan por regular las normas y reglas de conducta de acuerdo a la edad del niño. Este estilo de padres respeta la individualidad y personalidad de sus hijos, a la vez que los guían, ayudan y orientan. Sus opiniones y deseos también son tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones que involucran a toda la familia; aunque no se basan en ellos, tal como lo hacen los padres permisivos. En caso de que los niños quebranten las normas familiares, los padres otorgan una penitencia acorde y ofrecen una explicación sobre las consecuencias de esos actos; pero la disciplina de este estilo de paternidad se basa más en reforzar el buen comportamiento que en castigar. En lo emocional, son afectuosos, pero a la vez establecen límites flexibles basados en otorgar seguridad al niño. Los hijos de padres democráticos son niños seguros, con mayor confianza en sí mismos, y capaces de desenvolverse de manera independiente.
La entrada se publicó primero en iOrigen.