El 15 de septiembre de 2014 escribía esta entrada en la que os contaba un sueño tan bonito que había tenido, la primera vez que soñaba que tenía una hija, ya que siempre había soñado con niños.
Una entrada llena de anhelo, de tristeza por no tenerlo, de esperanzas de que se cumpliera algún día….
Justo un año después nos confirman que mi pequeño sol es una niña, sana, preciosa para su padre y para mí, nuestra Lucía viene en camino.
Reconozco que ese nombre nunca lo había tenido en mente hasta ese sueño, mi hija siempre se llamaría Sara, que era como llamaba a mis bebés cuando jugaba con muñecas en los años de la inocencia. Cosas del destino? Me estaría diciendo algo ese sueño? Parece ser que si, porque por fin ese sueño se hará realidad en unos meses.
Tengo que reconocer que por fin soy feliz, que los problemas que podamos tener en el día a día no tienen nada de importancia, porque para mí lo primero ahora es que mi hija esté sana y esté creciendo como debe dentro de mí. Porque veo la cara de su padre cuando me mira, esos ojos llenos de ilusión…eso no tiene precio. Porque se ha vuelto a enamorar, lo veo en su mirada, aunque esta vez sea de otra persona da igual, es la persona más importante de nuestra vida.