Cuando te vas a convertir en padre o madre (o al poco de serlo), acabas leyendo en muchos sitios que todos los bebés pasan por fases del dormir, que es un proceso, que hay que ayudarles a establecer rutinas, que bla bla bla... Al final, cada niño es un mundo y, ahora que somos multipapis lo vemos claramente: no tienen nada que ver la grande con el pequeño.
Nuestra pequeñaja dormía fatal; solo conseguíamos que durmiera siestas de media hora, solo dormía encima... Pobres padres ignorantes nosotros al no saber que estábamos tratando con una Alta Demanda y que este era uno de los temas duros...
Siguiendo con nuestra ignorancia y pardillismo, intentamos todo lo que se nos ocurrió (excepto Estivill, que nos parecía y nos sigue pareciendo una barbaridad), y así, poquito a poquito fuimos avanzando.
Por las noches comenzamos haciendo colecho (tema conflictivo en muuuchos lugares y del que a veces es mejor no hablar), que al menos descansábamos, tras intentar durante varias semanas que durmiera en su cunita (ni envolverla, ni mecerla...).
Cuando la mami volvió a trabajar pasamos a la que se podría llamar "Fase 2"; íbamos a intentar que durmiera en su habitación; la táctica era que, tras mamar, la ibamos a llevar a su camita. Poco a poco parecía que iba pasando algunos ratos en ella, pero cuando se despertaba (y era a menudo), había que volver a empezar todo el proceso.
Pasado algún tiempo, quisimos desvincular el mamar del dormir para que la mami no fuera la única que tuviera que tuviera que lidiar en el tema del dormir, así que hacíamos lo que habitualmente se llama el "Método Padre", que básicamente consiste en que sea el padre el que se encargue de llevar a dormir al pequeño.
Como aún no sabíamos que estábamos tratando con un tipo de bebés tan especial, nosotros seguíamos buscando métodos para ayudar a dormir a nuestro bebé y en nuestra desesperación nos acabamos topando con Tracy Hogg y su método de Coger-Dejar; consiste en estar con el bebé en brazos, relajarlo y, cuando esté a punto de quedarse dormido, dejarlo en su camita. Si se enfada o se vuelve a despertar, volver a cogerlo y repetir el proceso hasta que se quede. Analizándolo fríamente, ahora no sé si lo volvería a aplicar... no lo veo adecuado.
Entre una cosa y otra, los meses iban pasando, y poco a poco, la enana iba durmiendo más y algo mejor, aunque ahora viéndolo desde la distancia, no es en absoluto demostrable que fuera por nuestros métodos; más bien parecía la propia evolución de la pequeña.
Tras pasar la fase del coger-dejar (y nuestros dolores de espalda de tener que aguantar a la niña más de 20 minutos en brazos para que se durmiera) conseguimos (o lo consiguió ella solita) que se durmiera cogiéndonos la mano; esto era bastante gracioso, porque la enana se lo montaba de tal manera que no nos soltaba, y acabábamos con posturas dignas del Cirque du Soleil. De todas formas, firmábamos esto a aguantar a peso el que se durmiera...
El siguiente paso ya fue bastante más sencillo y únicamente consistió en ir eliminando el contacto físico paulatinamente, aunque sin salir de la habitación en ningún momento; en pocas semanas ya se dormía sola, estando nosotros en la habitación (esto no quitaba que tardara sus 20 minutos en dormirse...).
Ya la fase "final" consistió en ir reduciendo el tiempo de estancia dentro de la habitación y solo acudir cuando nos llamaba (para no ir atrás en el proceso).
Creo que ahora estamos en la última etapa y en la que creo que toca estar: Cuento antes de dormir, buenas noches y hasta mañana (o hasta que se despierte; sí, aún se despierta por pipi o para que la tapemos o porque tiene sed...).
En todo este proceso sufrimos un traspiés cuando hicimos la mudanza; algo totalmente comprensible y esperado, pero en pocas semanas ya habíamos recuperado el tiempo perdido.
Resumiendo; todo lo que hemos hecho no ha servido de mucho; al final creo que la enana ha hecho su proceso para dormir... nosotros la hemos acompañado pero no creo que hayamos influido demasiado; como mucho, creo que hemos podido ayudar en las últimas partes, pero nada más.
La enana sigue siendo durilla para dormir y las siestas son, en muchas ocasiones, complicadas, pero ya sabemos lo que hay. No podemos hacer mucho para solucionarlo.
La conclusión que extraigo de todo esto es lo que siempre se dice: Cada bebé sigue su ritmo y al final todos se acaban durmiendo solitos; simplemente hay que tener paciencia y acompañarlos en el proceso, y en el caso de un Alta Demanda creo que esto es más acentuado aún, así que a los que seáis padres de un bebé de este tipo, ánimo!