Oigan no está mal pero también es necesario ser consciente que los hijos nos cambian la vida para bien y para mal. Me explico:
Está comprobado que si escuchas a un bebé reírse por un número de tiempo te pones de buen humor por que segregas endorfinas. A todos nos gusta oir esos gorgoteos y esas primeras carcajadas. Pero ¿que pasa cuándo un bebé tiene cólicos y no deja de llorar durante cuatro horas seguidas? Créanme es para morir. Toda parte buena siempre tiene la parte mala, pero no sé por qué en temas de maternidad la parte más complicada no suele compartirse abiertamente. Es cómo si decir las cosas como son nos convirtiera en "malas madres" o madres menos amorosas. Pero ¡a veces es necesario desahogarse!
No voy a mentirles, mi primera maternidad fue complicada. Y a pesar de todas mis quejas si podría decir que mi hija haya sido de "alta demanda". Abigail simplemente no dormía. Eso pudo conmigo. Y los cólicos de los primeros meses. ¡Ay señor! Yo no me creía eso de que los bebés comen-hacen caquita-duermen. Abi lloraba-comía poco y no dormía un carajo. Y cuándo me preguntaban ¿qué tal de mamá? Se me saltaban las lágrimas. Estaba taaaan cansada que todo me parecía cuesta arriba.
Ahora en mi tercera maternidad puedo decirles que mi perspectiva de "ser madre" ha cambiado 180 grados. ¡Por fin me tocó la lotería! Y pude conocer en mis carnes el bebotón de oro: come-caga-duerme .
Así que para las que están próximamente a ser madres, hoy quiero compartir con ustedes algunas cosas que cambian con la maternidad:
Tus fiesta de fin de semana serán sin alcohol y con mucho dulce.
Para las madres ir sola al baño será una misión imposible...
Perderás todo asco que tengas a las cacas ajenas...
Tus oídos aprenderán el sonido de un cólico. Música celestial del infierno
¿Sexo? Mejor aprovechamos que está dormidito...
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