He adaptado varias recetas a nuestros gustos, y he reducido el azúcar a la mitad, ya que no creo que sea necesario hacer los postres y la repostería tan dulces, que después el paladar se acostumbra al dulzor extremo. En casa han gustado así, con menos azúcar, pero si no te gustan así, pues lo único que tienes que hacer es doblar la cantidad, aunque como digo, siempre es mejor intentar acostumbrar el paladar a cosas menos dulces.
Pero no me enrollo más, vamos a por la receta:
INGREDIENTES
Para 24 magdalenas:
4 huevos
10 cucharadas (unos 100g) de azúcar
100ml de leche de vaca (puedes sustituir por leche materna, o una bebida vegetal tipo avena si no consumes leche de vaca)
50g de mantequilla (puedes usar margarina, pero yo personalmente prefiero la mantequilla, y me parece más sana)
100ml de aceite de oliva (si es virgen, mejor)
300g de harina
1 sobre de levadura químicaPREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 200ºC.
En un bol, batimos los 4 huevos y añadimos el azúcar, batimos bién hasta que quede bien disuelta. A continuación añadimos el aceite, la leche y la mantequilla previamente calentada en el microondas unos 20 segundos, para que se deshaga bién con la mezcla.
Añadimos la harina, si es previamente tamizada mejor, será más fácil de mezclar y que quede sin grumos; añadimos también el sobre de levadura.
Ahora tenemos la opción de dejar reposar la masa en la nevera media hora para que suban más con el contraste frío/calor, yo las he hecho de las dos maneras, dejando reposar la masa y sin dejarla reposar, y es verdad que suben un poco más si la masa reposa, pero llené bastante las cápsulas de silicona y algunas me subieron demasiado, por lo que las dos siguientes veces las he hecho sin meter la masa en la nevera y me han subido bastante, con su capirote y todo.
Antes usaba moldes de papel, pero al final me compré moldes de silicona, que se pueden llenar más y no se desparraman. En caso de moldes de papel, sólo llenar la mitad, en caso de moldes de silicona o bandeja de magdalenas, se pueden llenar 3/4 partes. Se pueden espolvorear con un poco de azúcar si queréis y el capirote quedará con una capa más dura, pero yo no lo hago porque no nos gustan con azúcar por encima.
Metemos en el horno a 200ºC y las dejamos unos 15 minutos; para asegurarnos que están hechas podemos pincharlas con un palillo y si sale limpio es que están hechas. Si no lo estuvieran, hay que estar muy al tanto porque en pocos minutos pueden pasar de hechas y doraditas a quemadas y secas.
¡¡Y ya están listas!! Antes de guardarlas, asegúrate de que están frías del todo. Para conservarlas se pueden meter en una bolsa de plástico bién cerrada, o en una caja de lata de estas típicas de las galletas danesas.
¡Que aproveche!
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