Creo que es el mejor título que puedo escoger para contaros mis primeros meses como mamá.
No os voy a engañar y deciros que todo ha sido maravilloso, muchos días creía que si, que todo era perfecto, me siento feliz, llena y brillante al mirar a la pequeña pero el cambio que sufrimos las mamás después de un parto pasa factura.
Los primeros días en el hospital os les conté en el Postparto.
Una vez en casa, situada con tus cosas a mano, en tu hogar y a tu aire, todo es diferente. En mi caso para bien, comienzas esa etapa de adaptación a tu nueva vida, ahora la vida no gira en torno a ti, ahora hay una personita que depende de ti sobre todo si hay lactancia materna de por medio.
Había días que me quedaba horas en la cama mirando su carita, esperando a que despertase para darle de comer y pensaba ¿esta personita depende de mi? Al principio todo mi tiempo lo dedicaba a ella, hasta que no he vuelto a mi vida laboral no me he despegado de ella, lo máximo algún ratito para ir a alguna compra rápida en el supermercado. Y confieso que no me importaba en absoluto, sentir su olor y presencia cerca era necesario para mi. Aún lo sigue siendo y cuando salgo de trabajar voy corriendo a por ella para no despegarme hasta el día siguiente. La necesito.
¿Os acordáis cuando en el embarazo os ponía ejemplos como: yo cuando sea madre haré esto, o no haré lo otro? Mal!. En todos y cada uno de los puntos que tenía programados en mi cabeza he hecho todo lo contrario. Pensaba darle el pecho hasta que empezase a trabajar, sigo con pecho. Pensaba acostumbrar a la niña a dormir en su cunita desde el principio, sigo practicando colecho. Siempre dije que no me veía sacándome leche con esos aparatos “ordeñadores”, he tenido que recurrir al sacaleches en más de una ocasión…y más, muchas más cosas.
Nuestra vida gira en torno a nuestros bebés y por un tiempo es normal que pensemos que hemos perdido nuestra identidad, nuestra persona, para mí es algo que no me ha preocupado, es tanto el amor que sientes por esa nueva personita que el tú le olvidas completamente. Cuando sales a la calle te preocupas de vestirle con sus mejores galas, bien peinadita, bien perfumada y luego te miras en el espejo y te das cuenta de que tu misma llevas sin ducharte dos días porque estás entregada completamente en cuerpo y alma a tu bebé, te olvidas de ti misma y te da exactamente igual.
Pasamos a ser las mamás de…
No os agobiéis, no os preocupéis, el tiempo vuela. Mi recomendación sobre todo para las mamás que tienen que incorporarse a sus trabajos tras la baja maternal es que disfrutéis cada momento con vuestros bebés, cogérlo, besarlo, si os apetece dormir con ellos hacerlo! No os quedéis con las ganas y no permitáis que nadie os diga como criar a vuestros hijos o lo que es mejor para ellos, nadie como una madre entiende mejor a sus bebé.
Nuestra manera de pensar también cambia, es automático desde el nacimiento del bebé, pasas de pensar en pareja a pensar en familia y comienzas a dar prioridad a cosas que antes pasabas por alto.
Puede que a muchos les haya resultado complicado, para mi estos han sido los meses más bonitos de mi vida, ahora soy la mamá de India.