Desde que el niño está en el vientre materno está absorbiendo toda la información de su ambiente, empapándose de todos los sonidos, del lenguaje que están a su alrededor, y está ampliando todos sus sentidos para enfrentarse a un entorno que los adultos hemos creado. Los niños llegan a nuestro mundo abiertos a creer, a crecer y seguir los pasos de las personas que tienen al lado, todos somos parte importante de esta absorción de conocimiento, porque finalmente el niño como niño sigue el reflejo de ser como nosotros. Un futuro adulto que ayude a crear un mundo lleno de amor y paz, mejorando el que vivimos.
Maria Montessori observó que la mente del niño es como una esponja. Pero a diferencia de una esponja la mente absorbente del niño tiene un tiempo de absorción limitado por lo que los niños aprenden del entorno sin ser selectivos y sin limite en su aprendizaje. Toman la información sin clasificarla y por ello se convierte en una herramienta de aprendizaje para el niño desde el nacimiento. La mente absorbente, prepara al niño para que emerja en su explosión máxima de conocimiento. Siendo la fecha de caducidad desde el nacimiento hasta los seis primeros años de vida de un niño.
La mente absorbente es un regalo maravilloso para la humanidad María Montessori.
El lenguaje desarrollado a través de la absorción de conceptos desde la edad temprana permitirá al niño a integrarse en la sociedad y hacer frente a los conceptos abstractos. Creando su independencia que le aportará dignidad para que los niños crezcan con una buena autoestima. Debido a que es el lenguaje es papel fundamental en el desarrollo del pensamiento y la facilitación de las relaciones sociales, preparará al niño para el período sensible del lenguaje.
Es por esta razón que el trabajo toma mayor importancia para nosotros como padres ya que si los niños pierden oportunidades en el aprendizaje habrán perdido para siempre una ventana de opciones y posibilidades de aprender.
“Con amor a la vida y con una mejor comprensión del niño podemos hacer más fácil la realización del ser humano” – Dr. Montanaro.