Siempre he tenido mucho respeto a la tarta red velvet. De hecho, aquí os di una receta pero era de mi colaboradora, la tía Marina. Pero después de asistir al workshop de Iria Castro, por cortesía de Albal y Madresfera, creo que me voy a animar a hacer estas trufas porque no me parecieron tan complicadas como pensaba. Aquí va la receta:
INGREDIENTES
Para el bizcocho red-velvet:
100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
67 gr de azúcar
60 gr de harina para repostería
Una pizca de sal
1 huevo
120 ml de buttermilk, o de nata liquida para cocinar
1/2 cucharadita de vainilla
1/2 cucharadita bicarbonato
12 gr colorante en pasta rojo
1 cucharadita de cacao en polvo
120 gr de crema de queso (lo utilizaremos después de hornear)
Para la cobertura de chocolate:
250 gr de chocolate blanco PREPARACIÓN
Primero nos ponemos con el bizcocho. Para ello precalentamos el horno a 175ºC. En un bol amplio batimos la mantequilla con el azúcar hasta integrar ambos ingredientes con ayuda de unas varillas eléctricas. A esta mezcla de mantequilla le añadimos el huevo, la vainilla, el bicarbonato y la sal.
Mezclamos hasta incorporar completamente y después añadimos la harina alternándola con el buttermilk. Lo haremos en 3 tandas comenzando por la harina y terminando con esta misma también, por lo que el buttermilk lo incorporaremos en 2 veces.
Una vez hayamos incorporado todos los ingredientes y obtengamos una mezcla homogénea, añadiremos el cacao en polvo y el colorante en pasta.
Mezclaremos hasta integrar y vertemos sobre un molde de aluminio (el idóneo es el tartaleta de 23/28 cms de Albal) y horneamos durante 30 minutos aproximadamente o hasta que insertando un palillo en la zona central del bizcocho, este salga limpio. Después dejaremos enfriar en el molde. Una vez el bizcocho haya enfriado completamente podemos empezar a hacer las trufas.
Para elaborar las trufas desmigamos el bizcocho en un recipiente amplio, incorporamos el queso y mezclamos con los dedos. Trabajaremos ligeramente la masa para unir bien ambos ingredientes y evitar que nos queden pedacitos de queso sin incorporar. Después comenzamos a elaborar bolitas del mismo tamaño y las introducimos en el frigorífico durante 4-5 horas para que cojan cuerpo.
Para la cobertura fundimos el chocolate blanco al baño maría hasta que esté complemente disuelto. Bañamos las bolitas en él y las introducimos en el frigorífico para que endurezcan durante 15-20 minutos.
Si quieres hacerlas para Navidad, una vez hechas las bolitas de bizcocho y endurecidas, podemos conservar la masa hasta 3 meses en el congelador. Una vez queramos servir, descongelaremos entre 20-30 minutos y solo quedará cubrirlas con chocolate y dejarlas enfriar en la nevera unas dos horas antes.
¡¡¡FELIZ VIERNES!!!