Hace poco leí una noticia que decía que más de un tercio de los bebés de 6 meses ya juguetean con los dispositivos móviles, y en el que se decía que la Academia Americana de pediatría desaconseja su uso en niños menores de 2 años.
Pero, seamos realistas ¿qué padre o qué madre no le ha dejado usar el móvil o la tablet a su hijo, en momentos en los que es imposible calmarles o simplemente necesitamos tenerles entretenidos para poder hacer alguna de la lista interminable de tareas que tenemos al llegar a casa, que de otra manera nos resultaría imposible?
Y aunque sabemos que no es lo más adecuado y nos conocemos la teoría de maravilla, seamos realistas, vivimos en la era de las prisas y de la falta de tiempo.
Sabemos de sobra que necesitamos pasar más tiempo de calidad con nuestros hijos, que salgan a jugar al parque, que realicen actividades creativas que les permitan potenciar su imaginación y con ello su inteligencia y menos tiempo de televisión, de tablets, móviles y videojuegos, pero ¿Qué pasa en la mayoría de las familias de hoy en día? Qué vivimos a un ritmo acelerado, sin tiempo suficiente para ocuparnos de todo…
La rutina diaria suele consistir en madrugón y carrera matutina para despertar a los niños, hacer que se vistan, que se aseen, encontrar el peine o una zapatilla pérdida que suele aparecer en el sitio más inverosímil (como debajo del sofá, detrás de un mueble en el cesto de los juguetes) tres o cuatro gritos desesperados porque de repente te encuentras a tu hijo repanchingado en el sofá, como si de un domingo cualquiera se tratara.
Por fin consigues salir de casa para llevar al niño a los primeros de cole y que así te dé tiempo a llegar puntual a tu trabajo para pasar allí entre 8 o 10 horas.
Después llega la segunda carrera de día, llegar a tiempo a recoger a tus hijos desde el trabajo con la lengua fuera.
Y cuando por fin llegas a casa piensas, “si entraran a robar tendrían que ordenar todo para poder encontrar algo que llevarse” , y es cuando empieza la tercera carrera del día: prepara baño, prepara cena, y mientras vas recogiendo juguetes, ordenas el desastre que se ha generado a primera hora de la mañana….y lo mejor es que según tú vas recogiendo, tus hijos van volviendo a generar micro desastres por donde pasan, cuando no repiten 300 veces según entran por la puerta: MAMAAAAA!!!
Y es cuando dices…"toma la Tablet y juega un rato o ponte los dibujos en la tele y déjame un rato tranquila por favor, que tengo millones de cosas que hacer…"
No sé, a veces me planteo que soy una madre nefasta, quizá mi hija se pase más horas de las debidas con la tablet o con la televisión, pero realmente con el ritmo de vida que llevo, necesito algo de tiempo para las tareas del hogar o para mí misma, aunque solo sea para encontrar unos minutos para poder escribir este post.
Cómo es lógico, esto no quiere decir que olvidemos la educación de nuestros hijos y que les dejemos estar todo el día delante de la Tablet, el móvil o la televisión. Incluso , estoy totalmente de acuerdo en que a los niños más pequeños hay que restringirles más su uso.
Efectivamente, hay cosas muchísimo más productivas para un niño que ver la televisión o jugar con una Tablet o un móvil pero también opino, que no solo hay que ver la parte negativa del uso de móviles y tablets, simplemente hay que intentar filtrar los contenidos que consumen y por supuesto controlar el tiempo de uso.
Lo que no se puede es radicalizar ni condenar el uso de dispositivos móviles, tablets o televisión y, mucho menos prohibirles su uso. Simplemente se trata de gestionarlo correctamente.
Algunos consejos que he recopilado para gestionar un uso correcto de los móviles y tablets en los niños, son los siguientes:
Establecer unas rutinas diarias en las que primero se tengan que realizar las responsabilidades, y explicar el tiempo disponible que tendrá el niño ese día para televisión, móvil o Tablet siempre y cuando acabe esas tareas y por supuesto a tiempo.
Intentar evitar en lo posible es uso de videojuegos o tablets entre semana, dejarlo para los fines de semana
Controlar bien el uso que hacen y los contenidos que consumen, intentando buscar siempre las cosas más educativas posibles.
Enseñarles que cuando se está en compañía de amigos y/o familiares, no se pueden aislar utilizando un móvil o una Tablet, ya habrá otro momento para ello.
Estar siempre atentos para evitar conductas adictivas, antes de que surjan, si vemos que el niño, cuando le decimos que apague la televisión o deje la Tablet, no es capaz de hacerlo y monta en cólera, deberemos intentar restringir durante una temporada su uso. No obstante, si ha llegado a ser muy adictivo, lo mejor es que consultéis con un psicologo infantil, ya que quizá quitarselo de golpe no sea la mejor solución.
En definitiva, creo que no podemos negar la realidad de que los dispositivos móviles, la televisión, las tablets, forman parte de la realidad de nuestros hijos, y que además suponen un entretenimiento para ellos por lo tanto, bien gestionado su uso parece que puede ser positivo tanto para los niños como para mamás y papás.
Pues bien, me he propuesto el reto personal para el nuevo curso: empezar a aplicarme el cuento y seguir alguno de estos consejos para intentar que mi pequeña vea menos tele y use menos a tablet. Ya os contaré si lo voy consiguiendo.
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