Esta maternidad me abismó a una experiencia de mí misma que nunca imaginé y con la que no supe qué hacer. Ni las teorías, ni los consejos, ni la conciencia de género servían para nada más que para aumentar la frustración. Hasta que encontré en Maternidad Rock una compañera.
Esa madre de Maternidad Rock es mordaz, irónica, cómica, un poco patética. Esa madre acontece en cada momento cotidiano que la enfrenta a ésta maternidad, esa madre es crónica, como su malestar, de hecho, apenas si se sostiene. Esa madre de Maternidad Rock no escribe con premeditación pero sì con alevosía. Porque es alevoso el malestar de la maternidad.
Esa madre nació de la rabia, de la ira, del arrepentimiento, de un grito interno que decía “¿qué hice? ¡¡¡Llévenselo!!!” y que sólo podía desgarrar para adentro, Esa madre de Maternidad Rock nació de las horas diarias, eternas, eteeeeernas, de mirar un cachorrito que cagaba, comía y lloraba Gaelito, el hijo menor de Maternidad Rock, ahora ya va al pre escolar y sonríe, todo él sonríe. ¿Y?
Maternidad rima con maldad y sin embargo está curiosamente atada al amor, que, sinceremos, rima con bastante poco. Olor, dolor, ardor, horror, temor, sopor… eso también es la maternidad. Maternidad Rock es una catarsis pública de avatares maternales. Mucho gusto, Maternidad Rock es la madre que soy y parirla, fue el ejercicio catártico-reflexivo más desafiante que experimenté.
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