Bueno, eso.
Las cosas no salen bien, te vino, te olvidaste la billetera, estás cansada, te metieron una reunión de laburo a la hora de la reunión de padres (culpa, culpa, culpa), la fiestita de fin de año del jardín es justo el día, J U S T O ni un día más ni un día menos, del evento de lanzamiento del proyecto donde sos la teamleader y… vas o renunciás y que a la criatura la mantenga la tía, ponele (culpa, culpa, culpa).
Ommmm, no preocuparse.
Pre-ocuparse, del verbo esperá, paso a paso, pausa en la desesperación, que de acá a media hora puede pasar cualquier cosa, como la caída un meteorito del cielo que nos deje a todos cola para arriba como a los dinosaurios.
Ya lo había planteado en “El humor santo remedio”, hoy lo afirmo del todo, porque luego de ver la propuesta de Anna Angened no solo me reí, también me dí cuenta que no soy la única en el mundo que pasa por momentos críticos de melomadredramatica.
No estamos solas, si viene el meteorito del mal humor a nuestros días le hacemos frente todas juntas con una sonrisa cómplice.
Anna Angenend, la maternidad es complicada acá o en la China
Esta fotógrafa de USA llevó adelante la muestra Mom Life donde retrató la poco idílica vida puertas adentro de una madre común y corriente, como vos, como yo.
Porque la maternidad de ensueño es posible, pero se termina cuando la criaturita le da el ataque de berrinche o se le da por tirarse todo el yogurt encima de la ropa del cole tres minutos antes de salir (tarde como siempre).
“Si no pudiese reír de ciertas situaciones ridículas por las que he tenido que pasar con ella (la niña) simplemente me volvería loca”, declaró en una reciente entrevista.
Voy a seguir su receta y de paso te comparto alguna de sus fotos, seguro en alguna te ves reflejadísima.
Todas las imagenes perteneces a Anna Angenend, visitá su web para ver más de su trabajo.
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