Método padre: nuestra experiencia con el destete nocturno. Parte I
Cuando te quedas embarazada, eres consciente de que llegará un punto en que tu sueño se verá afectado y estarás cansada. No sé al resto, pero a mí se encargaron de recordármelo cada momento y advertirme que durmiese antes. Como si eso fuese a ayudar algo después.
Desde hace ya casi 17 meses que nació mi pulguita, hemos practicado la lactancia materna y el colecho y desde que nació, nunca ha dormido bien. Lo normal en ella es dormir tres horas y despertarse como un reloj. Pedir teta y volver a quedarse dormida enganchada. Le han hecho análisis y mirado mil cosas pero siempre nos han dicho que es una niña que duerme mal, sin más. Así que sin más, así lo hemos ido llevando. A veces mejor y a veces peor, pero siempre con sueño acumulado.
No ha habido una sola noche que no haya hecho como mínimo tres tomas. Y digo como mínimo, porque hemos llegado a hacer 10 (o incluso más, no lo sé, ya llega un momento en que dejo de contar o mirar el reloj).
Hemos probado mil cosas y maneras de dormir. En nuestra cama, con la cuna pegada a la cama sin barrera, con la cuna pegada a la cama con barrera, con la cuna más alta, la cuna más baja… Intentando dar con la manera de que todos estuviésemos cómodos y pudiésemos dormir lo mejor posible.
Nunca le he negado el pecho aunque es verdad que últimamente estaba probando a calmarla con el chupete si se despertaba y había comido hace poquito. A veces funcionaba, pero eran las que menos. Y no me quejo, de verdad, no me importa y si por mí fuese estaría así hasta que ella quisiese. Pero la semana pasada mi cuerpo me dijo mira maja, te estás pasando ya y aunque sea un poquito deberías descansar porque yo no puedo hacer milagros y aguantar todo el día y toda la noche y vuelta a empezar.
Me habría encantado poder hacer un destete consensuado con ella y explicarle para que ella lo entendiese. Incluso hacer una fiesta como contaba Ruth de Otanana en su post. Pero mi niña no habla aún y no parece que tenga mucha prisa. Entiende muchísimas cosas pero no lo suficiente como para podérselo explicar. Así que finalmente optamos por el destete de la manera más respetada para nosotros que es con el método padre. Para el que no lo conozca, el método padre se resume en que no sea la madre quien atienda al bebé cuando se despierta por la noche, sino que sea el padre o cualquier otra persona quien lo calme y consuele para que no siga asociando mamá-teta.
Mi buen esposo con toda su buena intención para que yo pudiese descansar y aprovechando que esta semana hay vacaciones en la guarde, se llevó la cuna a la habitación de al lado dispuesto a dormir él con ella. ¡Pero yo no quería eso! ¡Yo solo quería que mi niña me dejase dormir un poco pero no que se fuesen a otra habitación! Total, que la volvimos a poner otra vez donde estaba y nos cambiamos nosotros dos el lado de la cama para que él quedase a su lado.
Y hoy ha sido la primera noche que hemos pasado así. ¿El resultado?
Pues el resultado es algo que no me puedo creer aún del todo. Nos acostamos los tres, cada uno en su lado y ella en la cuna. Lloró un rato protestando porque ella lo que quería era dormirse con su teta pero papá estaba ahí hasta que finalmente ella se durmió. Serían las 10 y media. Pues bien, toda la noche súper pendiente aunque de manera inconsciente, pensando que se iba a despertar, que me iba a buscar y yo no iba a estar, que iba a llorar… pues NADA. Se ha despertado algunas veces en la noche, pero igual que se ha despertado se ha dormido. Así hasta las 5 que ya se ha despertado de verdad y se ha puesto a llorar. Papá estaba preparado con un biberón pero no ha parecido que la idea le gustase mucho y yo le he dicho que me la acercase y que le daba un poco de pecho y se ha quedado a mi lado. Y así, creo que ha sido la hora que mejor he dormido de toda la noche hasta que ha sonado el despertador.
Después de esto, creo que el principal problema era que al estar al lado, ella me buscaba y asociaba directamente que con la teta se dormía, mientras que con el método padre, es papá quien va y ella sabe que no hay teta y no le da más vueltas. Se duerme y punto. Y por otra parte, el que hayamos tardado tanto en dar este paso, ahora veo más claro que ha sido por mí. Mi hija estaba lista pero yo no. Que no siempre son ellos, a veces somos nosotros y no nos damos cuenta.
Hay que esperar a ver cómo siguen evolucionando los días (y las noches) y ver si no cambia la cosa antes de cantar victoria. Seguiremos informando cuando ya esté un poco más claro.
¿Conocíais este método? ¿Alguien más lo ha puesto en práctica?
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