¿Qué es el destete?
El destete es un proceso que comienza en el momento que iniciamos la alimentación complementaria y que finaliza cuando se abandona definitivamente la lactancia materna.
El destete es una decisión de cada binomio mamá-bebé, no debe ser juzgado nunca por terceras personas y esta decisión debe ser respetada. Puede tener repercusiones para la madre y también para el bebé si uno de ellos no está preparado.
El destete es el final de esos momentos íntimos y maravillosos que proporciona la lactancia pero el bebé seguirá necesitando a su madre. Cada bebé tiene unos sentimientos y unas necesidades diferentes y por eso cada proceso es único.
A veces las necesidades del bebé y las de la madre no encajan, por eso es importante ser flexible y adaptarse al bienestar físico y psíquico del bebé. Un destete brusco puede causar un trauma para ambos.
El destete natural
El destete natural es el único destete respetuoso donde se respetan los tiempos y las necesidades del bebé.
Seguro que habéis oído o conocéis bebés que se destetaron solitos a los 2 meses de vida o a los 7… pero esto no es posible. Estos bebés quizás estaban pasando por alguna huelga de lactancia, se alimentaban con lactancia mixta, o tenían algún problema con la lactancia.
La edad de destete natural varía según el niño, todos se destetarán en un momento u otro, aunque no suele producirse antes de los 2 o 3 años.
Con el destete natural la producción de leche va disminuyendo poco a poco y la madre evita congestión mamaria y los problemas que ello conlleva.
El único motivo que hace dudar a una madre que quiere el destete natural, es la opinión de su círculo más cercano y las miradas o comentarios cuando amamanta a su hijo en público. Es posible mantener la lactancia en privado como podremos ver más adelante.
El destete brusco
Un destete brusco es difícil para la madre y también para el bebé. La glándula mamaria seguirá funcionando durante algunas semanas y la madre notará grandes molestias, fiebre, malestar, mastitis… debido a la congestión mamaria que le producirá el destete brusco. Para aliviar la congestión se puede extraer leche manualmente o darse un baño caliente y masajear suavemente.
Ninguna enfermedad del bebé requiere el destete, sino todo lo contrario.
En caso de destete por enfermedad de la madre, puede ser muy difícil superar esta experiencia: un destete forzado en contra de tu voluntad. La madre puede sentirse triste y apenada por esa última toma. Necesita mucho apoyo y comprensión, no por dejar el pecho dejará de ser una buena madre. La persona que sustituye a la madre necesitará varias tomas para que el bebé acepte otra forma de alimentación que no sea el pecho.
¿Cuándo destetar?
Muchas madres se sienten presionadas por su entorno o por la sociedad y no pueden con la presión que esto les supone, se sienten inseguras y poco apoyadas.
Es importante que la madre y el bebé estén preparados para ello. Debe ser un proceso gradual y lento.
Las mujeres que realizan un destete precoz o brusco pueden sentir mucha tristeza y culpabilidad, aunque también pueden sentirse así mujeres que realizan un destete progresivo y lento.
Debemos recordar las recomendaciones oficiales de la OMS, UNICEF, AAP (Academia Americana de Pediatría) y AEP (Academia Española de Pediatría), quienes aconsejan la lactancia materna en exclusiva hasta los 6 meses y prolongarla junto con la alimentación complementaria hasta los 2 años o hasta que mamá y bebé quieran.
La leche materna es el alimento más completo para el bebé y además le aporta protección inmunológica durante toda la lactancia. La leche no se convierte en agua a partir de los 6 meses, sino todo lo contrario, sigue siendo una gran fuente de nutrientes.
La vuelta al trabajo tras el escaso permiso por maternidad, no debe ser motivo de destete. Continuar con la lactancia materna puede ser muy gratificante, reencontrarse con el bebé tras horas de separación es un momento único.
El destete tiene que evitarse en momentos complicados para el bebé, como pueden ser la vuelta al trabajo de la madre, el comienzo de la guardería, llegada de un hermano, una mudanza…
El papel del padre es fundamental en este proceso ya que facilitará el destete. Si el padre está involucrado en la crianza, el bebé pasará tiempo con el padre y la madre se sentirá apoyada.
¿Cómo destetar?
Si se trata de un bebé pequeño, es necesario sustituir una toma de leche materna por papilla, biberón o vaso según la edad del bebé. Recordemos que la OMS aconseja mantener la lactancia materna en exclusiva hasta los 6 meses y prolongarla junto con alimentación complementaria hasta los 2 años o más.
Suprimir las tomas progresivamente puede durar varios días o varios meses.
Se debe empezar por las tomas de la mañana o de medio día que son las más fáciles de suprimir. Después realizar lo mismo con otra toma no consecutiva, por la tarde por ejemplo, y seguir haciéndolo hasta que solo queden las tomas de la noche y de la mañana que suelen ser las más difíciles.
Mi bebé no quiere el biberón
Muchos bebés alimentados con lactancia materna rechazan el biberón. De hecho algunos bebés que lo habían aceptado de recién nacidos, lo rechazan meses después.
El biberón debe darlo otra persona que no sea la madre, y mejor si ella está fuera de casa para que el bebé sepa que no volverá enseguida.
También puede ayudar colocar al bebé en la misma posición en la que suele mamar y darle biberón con leche materna para que no haya tanta diferencia.
Usar un biberón con tetina blanda y dárselo en un ambiente cálido, con música suave, luz tenue…
Si tras usar estas medidas, sigue sin aceptar el biberón, puede utilizarse un vaso o cuchara para que el bebé pueda alimentarse y volver a probar en otro momento.
Destetar a un bebé mayor
Destetar a un bebé de más de un año es más difícil porque sabe perfectamente lo que quiere. Además según va creciendo y empieza a aprender nuevas habilidades, aumenta también su necesidad de seguridad.
A veces demanda pecho y no es por hambre, está aburrido o quiere atención. No quiere mamar, quiere a su mamá.
Es posible negociar con él, para que acepte otras formas de amor y de cariño, besos, abrazos, cosquillas, juegos, cuentos… También se puede optar por no dar el pecho fuera de casa, habría que buscar una “excusa” como por ejemplo que en casa se está más cómodo o más calentito en invierno, que la gente tiene envidia…
También se puede explicarle al bebé que las tetitas están cansadas y tienen que dormir, o que solo puede tomar teta durante un tiempo y contar juntos hasta 30 por ejemplo.
Otra cosa que puede funcionar es ofrecer alimentos constantemente y distraerle cuando pide pecho, aunque si insiste fuertemente debemos amamantarle ya que debemos respetar sus necesidades.
No ofrecer y no negar.
Cambiar las rutinas: no ir a los sitios donde suelen mamar, ni sentarse en la silla donde siempre toma teta, que acuda papá en los despertares si suele pedir pecho…
Si el bebé está más lloroso o inquieto de lo normal, se vuelve agresivo, se despierta mucho más por la noche, o tiene molestias estomacales, puede significar que el destete está yendo muy rápido o que en niño no está preparado.
Una mamá feliz, es una familia feliz.
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