Esta semana pasada, además, ha sido de muchos altibajos. Empecé la semana muy bien, comiendo equilibrado y hasta hice ejercicio (me comprometí con la nutricionista a hacer ejercicio 2 días en semana), pero el martes... ay! el martes! Por la noche tuve un pequeño incidente con la sartén, se cayó (la tiré, no sé ni como) y terminé quemándome mis queridos piececitos :-( Todo ha sido menos grave de lo que parece, no cayó el aceite directamente, sino que me salpicó cuando la sartén cayó al suelo, pero aún así, no me he librado de dos buenas ampollas en el pie izquierdo y de quemaduras en ambos "pieses". Así que ando desde el miércoles con los pies vendados, sin poder ponerme apenas las zapatillas de casa y poco más. Estos días a la calle he tenido que salir con estas pintas
Sí, si...reíros, doy permiso.
Así que hoy (que sigo con los pies vendados y las ampollas aún sin absorverse) iré
Y todo esto además lo unimos a llevar días con una tos de perro y estar en esos días antes del día R que tan ansiosamente (léase con ironía) esperamos las mujeres.
Vamos, que esta semana la conjunción de elementos ha dado pie a que ande con humor cambiante, medio depre y sin ganas de ná de ná. Así que... he descuidado mi alimentación, he picado mucho dulce y salado y obviamente mi OMB se ha ido al traste. :-(
Todo esto venía porque alguna vez leí por ahí (no recuerdo si en alguna revista o por internet) que la alimentación y el ejercicio físico iba muy unido a nuestro estado de ánimo. Es verdad que cuando como bien, me siento bien y con energía y cuando como mucha "comida basura" me siento alicaída (lo noto sobre todo según el desayuno que haga, mi café con leche y unas buenas tostadas o pan con margarina y mermelada me suben el ánimo, en cambio el día que desayuno algo de bollería...no me siento luego tan bien)
Y a veces me pregunto ¿me siento mal porque como mal... O como mal porque me siento alicaída? Creo que un poco las dos cosas, ¿no? Es verdad que cuando estoy triste o cansada me da por comer (malcomer), pero también es cierto que cuando no como equilibradamente y tomo algo que no debo me siento mal, supongo que sobre todo por el cargo de conciencia.
Y soltado todo este rollo...pues deciros que hoy que es lunes, es un buen día para empezar de nuevo, poner al día mi menú semanal, hacer la compra (a ver cómo consigo llegar al Mercadona, comprar y volver a casa sin morir en el intento) y comer equilibrado, para subirme la moral y bajar esos kilos que me sobran.
Y vosotr@s, ¿qué tal lleváis la OMB?
Nos leemos el miércoles!