Hoy en día casi todos llevamos una vida muy ajetreada: el trabajo, las tareas del hogar, los deberes de los niños o las actividades extraescolares nos quitan mucho tiempo para jugar con nuestros hijos, y que lo hagamos es importantísimo, ya que con el juego se crea un nexo de unión entre padres e hijos que recordaremos durante toda la vida.
Una de las imágenes que nunca he olvidado, y nunca olvidaré, es el recuerdo de mi padre, el día de Reyes, jugando a las muñecas conmigo y con mis hermanas.
Ese es una de las “fotografías” más bonitas que tengo de mi vida, y por esta razón quiero que mis hijas también conserven en su memoria ese lazo de unión tan especial con su padre.
A mi hija mediana le encanta jugar con sus muñecas y continuamente pide a mi pareja que juegue con ella. Por su trabajo a turnos suele llegar a casa cuando están dormidos, así que aprovecha los fines de semana para dedicar a “Su Ari” un tiempo especial.
La mirada de la niña brilla de una manera muy especial cuando llega su momento. Es una mirada de complicidad que sólo tiene con ella. La misma mirada que teníamos mis hermanas y yo con mi padre.
Los juegos con su padre son más activos e imaginativos que cuando juega conmigo.
Cuando está con él su muñeca favorita es capaz de hacer hazañas increíbles: va con su moto a todas partes, arregla su coche cuando se estropea, es la jefa de su trabajo o juega al fútbol los fines de semana con sus amigos. Pero también hace la compra, limpia la casa y tiene a sus dos pequeños hijos “Mimitos” y “Sisí” con los que comparte momentos inolvidables.
Hasta hace unos días no me había dado cuenta de ello. Cuando juega con su padre y sus muñecas Barbie realmente pueden jugar a ser todo lo que quieran y se les inspira a soñar con ello, incluso con profesiones que en nuestra sociedad, han estado comúnmente relacionadas con el sexo masculino. Es importante demostrarles desde pequeñas que si lo desean, pueden ser lo que quiera, y el juego es una forma perfecta de hacerlo.
Es un hecho. Y así lo demuestra un reciente estudio de Barbie en el que se explica que la participación de los padres en los juego de sus hijas contribuyen a su desarrollo social, intelectual y emocional en la vida real.
Las niñas que tienen vínculos de cariño, comunicación y apoyo con sus padres desde la infancia tienden a desarrollar un alto nivel de confianza en sí mismas conforme crecen.
Este estudio además hace hincapié en la imaginación y la creatividad en el autodescubrimiento diario de las niñas.
Para mí ese momento en el que están juntos significa la felicidad completa. Pueden ser diez minutos, media hora o una mañana entera, pero estoy segura de que esa vivencia perdurará en la memoria de mis hijas durante toda la vida, como lo han hecho mis juegos infantiles con mi padre.
Sorteo #papisBarbie
Barbie ha iniciado una campaña en la que anima a todos los padres a jugar con sus hijas y a dedicarles ese pequeño tiempo al día a esas pequeñas mujeres del futuro.
Desde @Trucosdemamás nos unimos a la última campaña de Barbie y os animamos a participar en el sorteo que Barbie ha lanzado en Instagram, Twitter y Facebook, en el que la marca seleccionará, entre las fotos que tengan más likes, a 50 ganadores, haciéndoles llegar un pack #papisBarbie con dos camisetas a juego y productos Barbie (como los que veis en las fotos de este post)
Pero además Trucos de mamás elegirá a otros 5 ganadores más con el mismo premio (entre todos los que nos hayáis utilizado el hashtag y además nos hayáis etiquetado).
¿Y cómo podéis participar?
1.- Subir una foto a vuestras redes sociales (Instagram, Twitter o Facebook) en la que aparezcan papá y vuestra(s) pequeña(s) jugando con Barbie
2.- Utilizar el hashtag #papisBarbie (así automáticamente entraréis en el sorteo de 50 packs)
3.- Etiquetar a Trucos de Mamás en vuestra foto (así entraréis además en la seleccion de 5 packs adicionales de Trucos de Mamás)
TW: @trucosdemamas
FB: @trucosmamas
IG: @Trucosdemamasblog
Los ganadores se darán a conocer en las RRSS a partir del día 24.
Podríamos acabar este post con un pequeño relato dedicado a todos aquellos padres que día a día juegan con sus hijas y que lo que más desean es verlas sonreír.
“Erase una vez un padre que siempre jugaba con su hijas a las muñecas. Ellas podían ser lo que quisieran: atrevidas, paleontólogas, doctoras, ejecutivas de una gran compañía, peluqueras o dependientas en una pequeña tienda de productos ecológicos.
Lo importante es que sus muñecas siempre eran felices.
Y esas niñas crecieron, se hicieron mayores y decidieron dedicar sus vidas a lo que más les gustaba. Porque siempre confiaron en que su sueño se haría realidad, y siempre con el apoyo incondicional de ese padre que compartió la ilusión con ellas desde su infancia”.
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