Normalmente deseamos ser de una determinada manera, tener lo que no hemos tenido aún o hacer cosas que hasta el momento no hemos intentado. Cuando un coachee se "tropieza" de un golpe con las preguntas que cuestionan el "para qué" de las cosas, normalmente viene un silencio después de la pregunta. No es necesario que el coach invada estos silencios, muy por el contrario, es importante dejarle un tiempo prudente y respetar esa reflexión personal que el /la coachee tiene para consigo(a) mismo(a). No es sencillo dejar este espacio de silencio, pero no es imposible. Las respuestas que vienen después de un ¿para qué?? tienen mucho que ver con los objetivos reales que quiere lograr esta persona en su vida.
La motivación es algo muy personal y cada quien sabe con qué se motiva y con qué no. Lo que para ti es importante, quizá para el otro no lo es y viceversa. Cada uno, a su manera, va siendo arquitecto de su propio destino. Si ya las cosas no te funcionan como las tienes, entonces es el momento de establecer nuevos objetivos. Cuando una persona me dice que no sabe qué quiere hacer con su vida, con su trabajo, con su familia y en general no encuentra un norte para darle rumbo a su situación, siempre le digo: "eres el/la candidata perfecta para Coaching".
El coaching no es la octava maravilla del mundo, pero es posible que a través de esta metodología se puedan clarificar los objetivos que tiene la persona. A veces queremos diseñar nuestra vida de una manera soñada, y no profundizamos bien para qué queremos lograr "tal" o "cual" objetivo. Yo he llegado a pensar que el Coaching es una materia que debiera incluirse en los pensum de las universidades. Las herramientas que brinda esta metodología hacen más puntual el logro de los objetivos.
Muchas personas temen ser objeto de una sesión de coaching, sin saber que se están perdiendo de una gran herramienta que simplemente sirve como facilitadora del logro de los objetivos personales, profesionales, etc. Lo único que el Coaching persigue es lograr que llegues a ser la mejor versión de eso en que quieres convertirte. Las conversaciones que se tienen entre Coach y Coachee son totalmente confidenciales y el coach nunca va a dirigir o decirte qué debes hacer. Las respuestas salen de ti.
En todas las carreras y oficios existen buenos y no tan buenos profesionales. Hay de todo en la viña del Señor como dicen. La tarea consiste en encontrar ese profesional de Coaching que de verdad haya logrado impactar a sus coachees. Antes solía pensar que mi trabajo cómo Coach era acumular muchas sesiones. Es cierto que mientras más horas de práctica profesional, mejores resultados se obtienen. Sin embargo, en mi caso, no tengo tantas "horas" acumuladas de práctica, como los exigen algunas escuelas de coaching internacionales, pero me queda la gran satisfacción de haber impactado a cada uno de los que han deseado ser parte de mi práctica. No siempre se logran excelentes sesiones de coaching, pero la práctica hace al maestro y yo sigo practicando. Como canta Ricardo Arjona, "en todo he sido aprendiz".
A veces que me cuestionaba y me quería comparar con aquellas personas que sí tienen innumerables listas de clientes y facturan mucho dinero por esta razón. Luego de mi razonamiento, me preguntaba precisamente "¿Para qué me certifiqué como Coach?" Y siempre termino tranquila con la respuesta. Esta profesión, para hacerla bien, yo entiendo que se tarda un tiempo. Cada vez que me preparo en algún entrenamiento, entiendo que es un punto más de madurez en el ejercicio. La calidad del resultado obtenido con las personas es lo que en verdad me importa. Cada vez que estudio o leo algo nuevo que me aporta a la profesión de Coach, sigo con el deseo de seguirme preparando. Mi esposo dice que no bien he terminado un curso cuando ya ando buscando el otro. Y es cierto.
Como respuesta a mi propio "¿Para qué?" puedo decirte las siguientes afirmaciones. Me llamó la atención el coaching porque permite:
Convertirte en la mejor versión de ti mismo(a): siempre buscas mejorar, seguir creciendo, madurando, valorando, experimentando, etc. No te conformas con obtener lo que necesitas, sino que luchas por conseguir lo que mereces.
Ser agente de cambio para otras personas: el buen coach "mueve el piso" de su coachee. Tan sólo con una pregunta que realices, siempre que sea desde el amor por tu coachee, desde la empatía al 100%, desde la profesionalidad y el respeto por tu cliente, lograrás haber tocado una vida. No podemos medir si cómo lo tocamos fue para bien o para mal, porque a veces crees estar haciéndolo feliz y lo que haces es tocar una "tecla" difícil del camino del coachee. El resultado ya dependerá de sus acciones posteriores. Pero generalmente las preguntas poderosas en Coaching hacen que el individuo pueda ver su realidad y hacia dónde se dirige, y de qué herramientas debe adueñarse para alcanzar sus objetivos. Las preguntas poderosas cambian paradigmas, rompen con creencias limitantes y liberan los verdaderos motivos de tu coachee.
Asimilar la idea de que "Todo es posible". Normalmente crecemos con esquemas muy puntuales y tenemos respuestas "limitantes" para todas las preguntas. Con el coaching, si el coachee insiste en decirte que es imposible lograr las cosas que desea, siempre tendrás una pregunta que lo obligue a explorar otras alternativas. Porque al final, como siempre digo, "Lo único imposible es no morirse. La muerte es lo único que no podemos evitar que suceda".
Los motivos a que obedecían mi certificación en coaching, los expuse en la entrada "Mi camino del Autodescubrimiento" que, si gustas, puedes buscar en este blog y leerla.
Gracias por tu seguimiento y apoyo a este blog.
Hasta la próxima.