Antes que nada, todo depende de nuestro nivel en la disciplina, si no tenemos ningún problema físico y de lo avanzado que este el embarazo, así que siempre realizar con precaución en las medidas de nuestras posibilidades.
Y entrando en harina vamos a ver que es el Yoga que tan de moda está. Se trata de una disciplina que se remonta a miles de años atrás, cuyo origen se localiza en la India y su fin es el de poner en armonía la mente y el cuerpo, mediante ejercicios de diferente dificultad unidos a la meditación. Diferentes estudios demuestran que ayudan con las enfermedades respiratorias, cardiovasculares, depresión y enfermedades neurológicas.
Nuestra recomendación de estos ejercicios en el embarazo viene porque durante esta etapa de la vida, la mujer sufre importantes cambios a todos los niveles, físicos, del metabolismo y hormonales y por su puesto emocionales. El yoga en esta dura e ilusionante etapa como es el embarazo puede tener muchos beneficios:
– Como todo ejercicio físico permite que la mente esté relajada, manteniendo a raya la ansiedad y el estrés que se generen en el embarazo. Sobre todo con la aplicación de ejercicios de respiración lenta, de forma pausada, tranquila y larga duración. Consiste primero en soltar el aire desde el abdomen y a continuación desde el pecho.
– Gracias a la utilización de estas técnicas de respiración, tendremos una ayuda extra en el parto que veremos en las clases de pre parto si somos mamás primerizas.
– Ayuda a mantener el tono muscular en general y ayuda con la flexibilidad que es de agradecer, favoreciendo una rápida recuperación tras dar a luz.
– También ayuda a fortalecer y tener presentes las diferentes partes del cuerpo que van a trabajar duramente en el parto, ya desde la vagina hasta diferentes músculos de la zona pélvica pasando por el perineo.
Hay varios niveles de Yoga, por eso comentábamos antes que si no lo has realizado nunca primero elijas un nivel de principiante y consulta con ginecólogo o médico por si tienes alguna contra indicación. Porque hay casos en los que por ejemplo se desaconseja si se tiene problemas de respiración o lesiones en músculos o huesos. También se desaconseja en casos que se tenga presión arterial alta y sea tenga un embarazo de riesgo. Por lo tanto, es importante practicar yoga con un especialista o entrenador prenatal.
Posturas no recomendadas en el embarazo
Existe un tipo de yoga para cada persona, por lo tanto para las embarazadas existe el yoga prenatal. Suelen ser posturas más sencillas de tipo asana que se caracterizan por ser mucho más tranquilas y de profundas y suaves respiraciones de tipo pranayamas. El objetivo es proporcionar serenidad, tranquilidad y estar relajada durante el embarazo. Por lo tanto se recomienda evitar movimientos y tensiones más intensos, con posturas de una menor duración que en condiciones normales.
Algunas posturas si se recomienda evitar por sus implicaciones en el embarazo:
. Las posturas que creen tensión en la zona abdominal o que afecten a la respiración. En el proceso del embarazo los músculos del abdomen se relajan para que crezca el útero, este proceso se lleva a cabo gracias a la hormona relaxina. Por este importante motivo se limitan las posturas que conlleven esfuerzos innecesarios en la zona abdominal y que pueda perjudicar el curso normal del embarazo.
– Las posturas invertidas. Para evitar tensiones innecesarias en la zona, golpes y que disminuya el flujo al útero. Es recomendable evitar elevar las dos piernas a la vez, siempre elevar una pierna y luego la otra, favoreciendo así un flujo correcto de sangre.
– Las posturas con un solo pie o de espaldas. Hay que evitarlas porque una pérdida de equilibrio puede conllevar una caída que sea perjudicial para el embarazo, así que de estas nos olvidamos.
Posturas para los diferentes trimestres del embarazo
Los ejercicios posturales que se suelen realizar durante el primer trimestre del embarazo se caracterizan por movimientos suaves, sin intensidad que ayuden a tonificar la zona pélvica y ayudan a una perfecta alineación de la columna vertebral. Para ello se deberán llevar a cabo respiraciones coordinadas con los diferentes movimientos.
En esta etapa se busca el bienestar y estimular la conexión entre madre y bebé.
Los diferentes ejercicios del segundo trimestre de gestación se caracterizan por ser una etapa de mayor interconexión con el bebé. En esta etapa se deben practicar posturas para expandir la caja torácica. También se ejercita la zona de la pelvis para evitar las molestias del embarazo en la zona. Es recomendable evitar en esta etapa posturas que impliquen estar tumbada durante largos periodos, ya que así evitaremos el síndrome hipotenso y no generar ni molestias ni lesiones en la zona de los lumbares.
Los ejercicios de yoga para el tercer trimestre siguen haciendo énfasis en el trabajo en el suelo pélvico y mejorando y consiguiendo una conexión total entre la madre y el bebé. En esta etapa las diferentes posturas son más restringidas y muchas implican balanceo de la zona pélvica en diferentes posturas y giros en las caderas para trabajar de cara a favorecer la musculatura implicada en el parto.
Esperamos que con estos ejercicios os ayuden a llevar mejor el embarazo y sobre todo el parto. Recordar que el proceso no ha acabado, tras el parto se necesita un periodo de recuperación para que toda la zona vuelva a la normalidad y la musculatura recupere su tono habitual. Aquí os dejamos ejercicios para recuperar la zona pélvica y podéis seguir practicando el yoga perfectamente ya que es una buena filosofía de mantenimiento físico y mental. Cuidaros mucho, manteneos en forma y nos leemos en la próxima!