Ayer estuve en un evento de graduación de personas con discapacidad, parte de un proyecto llamado “Coaching para más Capacitados”, una excelente propuesta de superación personal para personas con limitantes físicas pero nunca espirituales, una iniciativa de la Fundación Gissell Eusebio Life Transformers. Son personas que desean continuar su preparación profesional, y esto de por sí ya es un gran logro.
Durante este evento una persona experta en cambio de actitudes, hablaba sobre el perdón y la responsabilidad personal que tenemos todos ante nuestra propia existencia. Zaidy Di Franco comentaba algo como esto: no somos responsables por las acciones o reacciones de los demás, sino por nuestra propia reacción ante las circunstancias.
Así, este mensaje me dejo un sabor agridulce por mi forma de ser, donde a veces quiero complacer a todo el mundo, pero en otras ocasiones me siento ser la persona más egoísta sobre la faz de la tierra. Adquiero compromisos que luego me pesa continuar, y me siento en duda si respondo diferente a cómo otros quieren que responda. He sacrificado felicidad personal por comodidad de otros. He aprendido a callar cuando en verdad quiero gritar. He aprendido a no opinar, por evitar un conflicto mayor. Entonces, buscando y buscando cómo se llama lo que “padezco” me he atrevido a llamarle de dos formas: 1) Esclavitud afectiva ó 2) Dependencia emocional.
Cualquiera que sea la respuesta, estoy en la mejor disposición de llegar al final de mi descubrimiento y cuando haya superado mis dudas, interrogantes y demás inventos que me he puesto en mi cabeza analítica, entonces saldré al mundo a ayudar a todo aquel que se sienta igual que yo de esclavizada o dependiente.
Siempre se ha dicho de mi que soy rebelde y no me conformo con las circunstancias. La pregunta es: ¿Realmente soy inconforme, o en verdad no es necesario ser monedita de oro y gustarle a todo el mundo?
Ayer alguien me dijo: “Tienes mucho que ofrecer dentro de ti. Ofrece de tu propia vivencia y de tu propia experiencia” Le tomaré la palabra.
Hasta la próxima.