¡Y TOMANDO SÓLO TETA!

Hace un par de días estando en un centro comercial, me encontré con una amiga/conocida que hacía mucho que no veía. En este tiempo ella ha tenido un peque que ahora tiene 5 meses. Después de las típicas preguntas de cómo te va todo, qué tal fue el parto, de cuánto estás, cómo lo llevas, qué calor está haciendo,… pasamos a hablar de nuestros respectivos peques. En esos momentos, tanto Doña Cuchufleta como su bebé estaban con sus respectivos padres y, casualmente, uno al lado del otro, así que nos acercamos hacía donde estaban para verlos y seguir hablando.
Cuando Doña Cuchufleta me vio, enseguida corrió hacia mí y empezaron las clásicas "qué mayor está", "qué espabilada", "cómo ha cambiado en estos meses". Al llegar a dónde estaban nuestros maridos, me presentó a su bebé. No sé lo que mide, no sé lo que pesa, pero os aseguro que se tiene que salir de todas las tablas. Está enorme. Si no me llega a decir su propia madre que tiene 5 meses, no me lo creo. Tenía el tamaño de por lo menos un bebé de 9 meses.
¿Qué hacemos cuando vemos un bebé tan grande? Decirlo. Es inevitable y a mí me salió un: 5 meses?? Pero si está enorme!! A lo que mi amiga contestó: ¡¡y tomando solo teta!! No le contesté nada pero mi cabeza empezó a darle vueltas al tema.
¿Qué pasa? ¿Qué no es normal que un bebé que toma lactancia materna sea grande? ¿sólo pueden "criarse bien" los bebes de biberón? ¿Para que un bebé "de teta" sea grande necesita suplementos?
Los humanos somos mamíferos y si buscamos esta palabra en el diccionario de la RAE encontramos esta definición:
Se dice de los animales vertebrados de temperatura constante cuyo embrión, provisto de amnios y alantoides, se desarrolla casi siempre dentro del cuerpo materno. Las hembras alimentan a sus crías con la leche de sus mamas.
Vamos a analizar esta definición:
- Animales vertebrados: tenemos columna vertebral.
- Temperatura constante: suele oscilar entre 36-37ºC.
- Cuyo embrión se desarrolla casi siempre dentro del cuerpo materno: durante 9 meses, nuestro útero acoge a nuestro bebé. El útero va creciendo a la par que el feto, se alimenta de nosotras a través del cordón umbilical, se mueve, nota los estímulos externos,…
- Las hembras alimentan a sus crías con la leche de sus mamas: ERROR. Vale. No es un error, es la naturaleza de la especie humana, pero hoy en día está tan penalizada la lactancia materna y tan mal vista que yo a esta definición añadiría una coletilla "excepto la especie humana que también les alimenta con leche artificial".
Ojo! No estoy en contra de la lactancia artificial. Ni mucho menos. Cada una es libre de hacer lo que quiera y elegir el tipo de lactancia que desee. Lo que no veo correcto es que sea normal dar biberón en público y sin embargo dar de mamar no. Que un bebé que toma lactancia artificial pueda ser grande pero uno de pecho no. Que un niño con 5 años siga tomando biberón para desayunar pero uno de 3 no pueda seguir tomando pecho. Y un largo etcétera.
Pero el mayor problema es nuestro. De las madres, tanto de las que damos pecho como de las que dan biberón. ¿Porqué? Porque somos las primeras en criticarnos. No vemos bien que alguien no intente dar pecho. Pero tampoco vemos bien que se de pecho más allá del año. Decimos frases como la anterior o "parece mentira que sólo tome pecho". Nos escondemos para dar de mamar, que no nos vean.
Nosotras somos las primeras que tenemos que cambiar el chip y volver a hacer que el acto de dar de mamar sea algo natural, no censurable. No estamos exhibiendo nuestros pechos. No es un topless (que sin embargo está bien visto). Es un acto natural, tal y como dice la definición de aquello que somos: mamíferos. Estamos alimentando a nuestros bebés, al igual que les alimentamos cuando ya comen sólidos y tienen hambre. Sólo estamos satisfaciendo una necesidad vital.
Este cambio no llegará de la noche a la mañana. Depende de nosotras. Hay un famoso eslogan de hace un par de décadas que hoy en día sigue vigente: nosotras parimos, nosotras decidimos. En ese momento las mujeres fuimos capaces de alzar la voz y hacer que nos escucharan hasta el punto de que este eslogan sigue siendo de actualidad. Ahora se trata de todo lo contrario: callar, no criticar, ser tolerantes y respetar tanto a aquellas madres que dan pecho como a las que dan biberón.