Realizar las cinco comidas diarias son parte de una dieta sana. Sin embargo, muchas veces nos centramos en las tres comidas principales y dejamos de lado el almuerzo o la merienda. Los adultos, al fin y al cabo, podemos decidir qué queremos comer y cuándo, pertenece a nuestra elección llevar una vida sana o no, pero si tenemos niños en casa la merienda es fundamental, no podemos dejarla de lado. A algunos les cuesta muchísimo la hora de la merienda, por lo que tenemos que buscar meriendas originales, para llamar su atención. ¿Buscas ideas? En este reportaje, os damos ideas sobre meriendas ricas y sanas para nuestros hijos.
Según los nutricionistas, la merienda supone el 20% de los nutrientes diarios necesarios. Además, les ayuda a mantener la energía desde la comida hasta la cena, puesto que queda mucho día por delante después de comer. Debemos aprovechar la merienda para introducir alimentos saludables y apetecibles para los niños.
Fruta, la opción más sana
Para algunos niños, la fruta es el alimento más odiado de todos. A veces, nos cuesta muchísimo conseguir que se coman apenas una pieza diaria, pero para su desarrollo y crecimiento, es fundamental. La merienda es un buen momento para introducir la fruta, pero debemos buscar una forma adecuada para que les llame la atención y les apetezca. Una buena idea son las brochetas de fruta, o la mezcla de fruta y dulce, que siempre hace que les guste mucho más. Un ejemplo, es la siguiente merienda que os propongo, se trata de plátano con nueces y caramelo. Muy apetecible, ¿verdad?
Dulces, pero si son posibles caseros
Inevitablemente, la mayoría de los niños comen bastante dulce en sus meriendas diarias. Las prisas diarias y la poca paciencia que, en ocasiones, tenemos para conseguir que nuestros hijos tomen una merienda variada nos hace recurrir, demasiadas ocasiones, a la bollería industrial. Pero como ya hemos dicho, esta no es la merienda ideal para nuestros hijos, si optamos todos los días por los dulces sólo conseguiremos que nuestro pequeño sea una víctima más de la obesidad infantil, además del déficit de nutrientes que seguramente tendrá.
No es aconsejable utilizar los dulces diariamente como merienda, pero sí podemos dárselos de vez en cuando. Eso sí, mucho mejor si son caseros. No hace falta elaborar gran cosa, a veces, con una simple magdalena decorada de alguna manera especial podemos hacer que nuestros hijos merienden encantados. Un ejemplo, es este búho de chocolate que os propongo. Es muy sencillo de elaborar, en el siguiente vídeo podéis ver el paso a paso.
Meriendas de verano
Las meriendas, como todo, tienen su estacionalidad. No nos apetece comer lo mismo en invierno que en verano, por lo que tenemos que adaptar también nuestros tentempiés a esta temporada. ¿Qué nos apetece durante estos meses? Pues sobre todo cosas fresquitas. Zumos, batidos o helados, pero eso sí, siempre caseros. Los niños se comen estos alimentos encantados, de forma sencilla. Y, además, debemos tener en cuenta que están de vacaciones y también se merecen un 'descanso culinario'.
No tenemos que volvernos locos, debemos adaptar las meriendas de nuestros peques a los alimentos que nosotros mismos sabemos hacer. A veces, lo más sencillo resulta lo más apetecible y lo más rico. ¿Por qué no probar a elaborar un rico helado de melocotón? Aquí, podrás encontrar la receta, verás que sencillo. Lo mejor es encontrar recetas que llamen la atención de nuestros hijos, la esencia está en la originalidad.
Agradecimientos: sossitter.ca, thehistorykitchen.com y facilisimo