Como decía antes, la vocación del maestros es muy importante para generar sonrisas y felicidad en los estudiantes. El profesor tiene que disfrutar de lo que hace para conseguir inspirar y emocionar a los alumnos cada día. De esta manera, se producirá un auténtico proceso de aprendizaje completo. ¿Vemos las ideas que se me han ocurrido? ¡A por ello!
El sentido del humor siempre es importante
Para generar un clima de clase más tranquilo, activo y relajado el sentido del humor puede ser de gran ayuda. Los maestros pueden contar anécdotas a los alumnos para conseguir empatizar con ellos y generar sonrisas. De esta manera, con un ambiente divertido y abierto los alumnos estarán encantados y motivados de aprender cosas nuevas. ¿No está mal reírse un poco antes de empezar una clase, no?
Aplicar nuevas metodologías en el aula
Alejarse de la enseñanza tradicional para mí es un punto a favor en el aprendizaje de los alumnos. Habitualmente, ellos se sientan en una silla a escuchar lo que dice los maestros y copiar los ejercicios de la pizarra. ¿Qué pasaría si un día se aplicara el trabajo por proyectos y el cooperativo? Pues que los estudiantes serían los protagonistas de la jornada y serían conscientes de su propio aprendizaje. Y cuando los estudiantes se dan cuenta de que están realizando proyectos de manera independiente y activa estarán más motivados. ¿Generar sonrisas no parece complicado, verdad?
Desarrollar el pensamiento crítico de los estudiantes
La sumisión educativa únicamente lleva al desánimo, a la desilusión y a la desmotivación. Creo que hay que conseguir que los estudiantes piensen en libertad y que tengan sus propias opiniones de lo que les rodea. Realizar debates en clase sobre alguna noticia o situación que les preocupe es fundamental para que los alumnos aprendan a ser personas comprometidas y sensibles. Además los estudiantes que se sienten escuchados y valorados por los profesores suelen sentirse más felices y alegres en el aula.
Apoyo, implicación y empatía con los alumnos
Ser maestro es mucho más que enseñar matemáticas y lengua. Ser maestro significa intentar comprender las situaciones de los estudiantes y ponerse en su lugar. Ser maestro significa preocuparse por un alumno cuando le ha sucedido. Y ser maestro, también significa implicarse para ayudar a los estudiantes si tienen algún tipo de problema más allá del académico. No nos olvidemos que la enseñanza es una de las profesiones más humanas y debería ir más allá de libros de textos y expedientes académicos.
Favorecer la expresión de las emociones en el aula
Un aula donde los alumnos puedan expresar sus emociones y sentimientos sin miedo a sentirse juzgados y rechazados es algo fundamental para conseguir un ambiente escolar positivo, optimista, relajado y alejado de las tensiones. Igual que al desarrollar el pensamiento crítico los alumnos se sienten más autónomos y libres, al fomentar la educación emocional no habrá momentos de rechazo ni de discriminación. De esta manera, los estudiantes podrán hablar de lo que les ocurre, de algo que les ha hecho sentir mal o de algún sentimiento en concreto. Así pues se sentirán comprendidos por los compañeros y los profesores. Y eso generará tranquilidad y bienestar.
Una excursión por pequeña que sea, siempre hace sonreír
Salir con los estudiantes del centro a ver alguna obra de teatro, a un museo o simplemente a un parque cerca para hacer algún tipo de dinámica en grupo hace que los alumnos estén felices, más despiertos y más activos. Alejarse de vez en cuando del centro educativo aunque solo sean un par de horas les transmitirá frescura y nuevas ganas de aprender. Además se romperá con la rutina habitual de estar siempre en las aulas y se conseguirá sorprender a los estudiantes. Eso también es clave para generar sonrisas. ¿Qué opináis?
Da igual la edad que se tenga, jugar siempre es genial
Hay algunos maestros que tienen miedo aplicar el aprendizaje basado en juegos alguna vez en el aula. Pero en verdad es algo increíblemente beneficioso para los alumnos. Jugar es la manera preferida del cerebro de aprender. Cuando los alumnos juegan están más relajados, más tranquilos y se están divirtiendo. Además de generar sonrisas, el juego puede favorecer muchísimas habilidades y capacidades de los estudiantes de una manera práctica, activa y significativa. Para ello, os recomiendo que echéis un vistazo a la genial tienda de Memoryteca, y que os pongáis en contacto con ellos si tenéis cualquier duda.
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