¡Bienvenida al primer día del taller on-line: Cambiando gritos por besos y abrazos! Lo primero de todo quiero es dar las gracias por la acogida que ha tenido esta idea. La verdad es que no me imaginaba que se apuntaran tantas personas al taller y estoy alucinada. Voy a dar lo mejor de mí misma, pero sobretodo, voy a poner todo mi cariño, que es de lo que se trata este taller: Repartir cariño.
Como ya explique en la introducción del taller la idea surgió del grupo del facebook en que nos hemos reunido todas las mamás que queremos educar sin gritar pero que, por distintos motivos, nos hemos sentido sobrepasadas en alguna ocasión y nuestras emociones han estallado en forma de gritos. Es algo humano, todo el mundo se equivoca, y hasta hace poco nadie enseñaba a gestionar las emociones para lograr tener autocontrol en situaciones estresantes. A mi también me pasó, y lo explique hace tiempo en este artículo que se llama "quiero educar sin gritar".
Antes he dicho que mi intención en este taller es repartir cariño.....¡Sí! porque os voy a proponer que deis besos, que abracéis, que digáis te quiero...... ¡Demos amor a nuestros niños, porque el amor, nunca malcría, el amor hace fuerte!
Cuando damos amor algo en nuestro cerebro también cambia, nos sentimos mejor, ampliamos nuestra visión y nos centramos más en las cosas buenas que ocurren a nuestro alrededor, en definitiva, empezamos a vivir situados en el paradigma del amor en lugar del paradigma del miedo.
Y el paradigma del miedo es un lugar muy gris en el que vivir. Nos sentimos irritad@s continuamente, nos enfadamos con facilidad, juzgamos y criticamos para después juzgarnos a nosotr@s mism@s cuando hacemos justo lo que una vez critiquemos....y lo peor...no nos deja ver las cosas buenas que existen en cada momento, por lo que cualquier acontecimiento del día a día que nos enfade puede hacer que "saltemos al ataque" a la primera.
Bueno, dejo ya de introducciones y vamos al lío. El ejercicio de hoy se llama:¡Abrázame!
¿Alguna vez has contado los abrazos que les das a tus hij@s?
Hace aproximadamente dos años encontré en facebook un texto que ponía algo así como la pregunta que acabo de hacer. Me lo plantee y resultó que había días que no les daba ni un solo abrazo. Ya no eran bebes y el contacto físico se había reducido mucho al no cambiarles el pañal, al no tenerlos encima mucho rato....
El contacto físico es algo muy importante para los seres humanos (bueno, también para los animales) y nuestro ritmo de vida lo ha dejado a un lado. A través del contacto físico conectamos con los demás y nos sentimos mejor. Tocar y sentir la piel tiene un efecto muy positivo en nuestro cerebro. Una muy buena forma de mantener el contacto físico es dando abrazos.
Los abrazos son poderosos, casi mágicos, y es que el cerebro genera oxitocina con el contacto físico, una hormona que nos ayuda a relajarnos. He encontrado este vídeo de 2 minutos que explica qué ocurre cuando nos damos un abrazo. ¿Lo vemos?
Ya lo has visto, un abrazo tiene el poder de actuar en nuestro cerebro, relajarnos y hacernos sentir mejor. Un abrazo es medicina natural ¡y gratis!, lo mismo que lo es cualquier tipo de contacto físico. Nos hemos acostumbrado a dejar los abrazos para momentos puntuales, cuando ha ocurrido algo grave o cuando hemos tenido una alegría (si nos tocara la lotería nos abrazaríamos hasta con el de la cola de la administración que no conocemos de nada! jajajaja).
Otro punto importante es la duración del abrazo. ¡Importantísimo! Un abrazo de 2 segundos no hace nada. Elsa Punset nos explica que un abrazo debe durar al menos 6 segundos. Yo voy a subirlo a 10, por si contamos demasiado rápido y porque las madres llevamos un extra de estrés encima y necesitamos más.....
Así que ahora te propongo que creemos el hábito de dar abrazos como si de lavarse los dientes se tratara. ¿Lo hacemos?
EJERCICIO Nº1.
Vamos a empezar por la observación. Durante un día fíjate en cuántas veces das un abrazo a tu/s hij@/s, cuánto suelen durar, si los abrazas cuando ha ocurrido algo, si lo haces porque si.....
Puedes apuntártelo si quieres, pero lo importante es que tomes conciencia de esos momentos. De esta manera, estarás frenando el ritmo durante ese primer y estarás haciendo un buen ejercicio conexión contigo mism@ y el mundo.
EJERCICIO Nº2.
¿Cuantos abrazos quieres dar? Después de descubrir cuántos abrazos estás dando al día, piensa en cuantas veces quieres dar abrazos a tus hij@s al día y en qué momentos se los vas a dar. Abrazos sin motivo alguno, de los de porque sí (no cuentan los que les das si les ocurre algo, cuando lloran, etc). Piensa también en si necesitarás alargar la duración de vuestros abrazos. Recuerda: que duren 10 segundos.
Mi recomendación son al menos 3 al día, mañana, tarde y noche (¡como los jarabes! porque en realidad lo que estamos haciendo con este ejercicio es recibir una medicina natural que va a generar nuestro cerebro) y de ahí para arriba todos los que tu quieras.
EJERCICIO Nº3.
Explícale a tu/s hij@/s la importancia de los abrazos. Crea un juego, cuéntales un cuento, ten una simple charla si son más mayorcitos, daros abrazos de prueba y contar juntos hasta 10........ ¡Lo que se te ocurra estará bien! No hace falta que sea un juego largo ni mucho menos, unos minutos bastarán.
EJERCICIO Nº4.
¡A ponerlo en práctica! Ya has observado y has decidido cuántos abrazos vas a dar, y también les has hablado a tus peques sobre los abrazos. Ahora se trata de empezar. Necesitarás esforzarte y concentrarte para que no se te olvide. Si los abrazos los asocias a momentos de vuestra rutina diaria te resultará mucho más fácil. Por ejemplo, dar un abrazo al despertarnos, dar un abrazo antes de ir a dormir, dar un abrazo a la hora de la merienda....etc.
Al principio necesitarás contar los segundos cuando estés dando el abrazo y te parecerá extraño. No te preocupes, que cuando enseguida le tomarás la medida a vuestros abrazos y ya no contarás, seguramente superes los 10 segundo y todo.
EJERCICIO Nº5.
Ponerle nombre a los abrazos. Este ejercicio es opcional, pero a tus peques les encantará (si son bebés y aún no hablan no podrán participar del mismo modo pero puedes hacerlo si quieres). Se trata de ponerle nombre a los abrazos. Lo divertido es que los niños puedan proporcionar ideas de nombres.
Por ejemplo, el abrazo de la mañana puede llamarse "el abrazo de los buenos días", otro abrazo puedes bautizarlo como "el abrazo apretadito"..... Lo que vuestra imaginación y vuestros peques os diga. Mi hijo pequeño le ha llamado al abrazo de la noche "abrazo abrazote".
Podéis hacer un juego para ponerles nombres. No hace falta que cuando vayas a darle un abrazo digas el nombre del abrazo pero os puede servir como señal.... por ejemplo "¡Ui, que se nos olvida el abrazo mañanero!".... o si se produce un enfado y queréis pedir un abrazo podéis decir "¿Me das un abrazo apretado?" y puede que con eso solucionéis el conflicto y todo. Si escogéis nombres divertidos pueden crear momentos de risas.
Para que os sirva de ejemplo y veáis que los abrazos dan mucho "juego" Ana nos cuenta su experiencia con este ejercicio en su blog Mama de verdad y le ha puesto mucha imaginación, porque además de inventarse un nuevo abrazo (el familiar), aplicó el jugo de poner nombre a los abrazos en un momento de conflicto en que su peque no quería salir del coche (como todas las mañanas) y los abrazos con nombre solucionaron la situación. Los nombres que han elegido sus niños para los abrazos son geniales (sin duda a mi el que más me ha gustado ha sido el de "marcianito" jajajajajaja).
Ilda también ha estado trabajando duro con los ejercicios (como os explique tanto Ana como Ilda han hecho asesorías conmigo para aprender a educar con disciplina positiva y todo esto no lo saben pero no habían realizado estos ejercicios de esta manera y están siendo mis conejillos de indias con el taller). Ella ha escrito su experiencia en este artículo de su blog El rinconcito de Mami. ¡Qué imaginación madre mía! A mi lo que más me cuesta justamente es lo de poner nombre a los abrazos porque mis niños dicen: "pues abrazo mamá" jejejejeje, en cambio para Ilda ha sido su parte favorita.
Hasta aquí el taller de hoy. Con este ejercicio creareis el hábito de daros abrazos largos y diarios y, como hemos visto en el vídeo, estaréis ayudando a vuestro cerebro a generar oxitocina, lo que os ayudará a relajaros, a sentiros mejor y, de ese modo, a no estar tan al límite como para explotar en gritos.
Los abrazos son importantes, poderosos, mágicos...y no lo digo yo sola ni el psicólogo del vídeo que he encontrado en youtube, lo dice también Elsa Punset, y en el Hormiguero habló sobre los abrazos y la importancia de conectar con las personas, de tocarnos y sentirnos. Os dejo el enlace a youtube para que podáis ver el vídeo también si lo deseáis.Vídeo Cómo dar un abrazo. Elsa Punset en "El hormiguero".
¿Me contáis que os ha parecido? ¿Tenéis dudas sobre lo que os he explicado? Podéis escribirme en los comentarios y así todos los participantes del taller se beneficiarán de las preguntas y las respuestas.Ah, y por cierto ¿Me ayudáis a compartirlo en las redes sociales? El artículo de introducción fue un éxito gracias a vuestra colaboración. ¡Repartamos abrazos para todo el mundo!
¡UN ABRAZO APRETADO!