La adolescencia es una etapa complicada en la vida de todo ser humano, es cuando estamos en esa etapa de que no somos niños pero tampoco adultos, y es ahí cuando vienen los problemas de comportamiento e incluso de rebeldía. Si estos tipos de problemas no son suficientes se le suma el acné, esta condición aparece en algunas personas durante la adolescencia y si no se trata con el tratamiento indicado puede quedar marcas en la piel como si fueran cicatrices.
A continuación recogemos algunos consejos para ayudar a controlar este problema:
- Alimentación: no existen evidencias que demuestren que determinados alimentos empeoren el acné, por
tanto la dieta será lo más equilibrada posible, sin restricciones dietéticas injustificadas.
- Higiene: lavar con agua y jabón neutro tratando de evitar lavados repetitivos, pues pueden exacerbar las
lesiones.
- Evitar la manipulación de las lesiones para que no se sobreinfecten o aparezca pigmentación y cicatrices.
- Evitar limpiezas de cutis o peelings durante el tratamiento.
- Los chicos al afeitarse deben procurar no rasurar las lesiones y hacerlo lo más suavemente posible. No se
compartirán los utensilios de afeitado.
- Se debe evitar el contacto del cabello con las lesiones porque éstas pueden empeorar. Hay que tratar de
mantener el cabello limpio y la frente despejada, sin flequillo.
- Las radiaciones solares pueden interaccionar con algunos tratamientos. En algunos pacientes las lesiones
mejoran en verano, pero en algunos individuos de piel clara el sol puede empeorar el acné.
- Utilizar cosméticos no grasos (oil-free). El maquillaje se retirará todas las noches con agua y jabón suave.
- Algunos tratamientos tópicos (gel, crema o loción) pueden provocar irritación, sequedad y descamación.
El pediatra o el dermatólogo le indicarán cómo utilizarlos.
Fuente: Programa de Atención al niño. Área 6 de Atención Primaria.