Crecer en familia es un reto diario y aunque los pequeños no entienden de las responsabilidades de los adultos, siempre están pendientes de lo que hacen y en ocasiones cuando se les pregunta qué quieren hacer cuando sean grandes, responden sobre el oficio de sus progenitores. Recuerden que estamos modelando los aprendizajes y personalidades de nuestros hijos con cada una de nuestras acciones.
Planifica una visita al trabajo de los padres
Es por eso que, sin menospreciar el trabajo de las amas de casa, se puede estimular a los niños a visitar el trabajo de sus padres. Ir a la oficina representará para los niños una aventura, primero porque significa salir de la rutina y porque también representa un voto de confianza que depositan en él los adultos.
Una vez en el sitio de trabajo, mamá deberá dejar claras las reglas del juego. Use palabras adecuadas y un tono de voz seguro que demuestre seguridad pero que no suene a regaño.
Al llegar al lugar procure hacer una ronda de reconocimiento y dígale al niño qué se hace en cada área y puede aprovechar para presentarle a sus compañeros de trabajo.
Luego ubique un lugar en la oficina, consultorio o lugar donde se desempeñe la labor, asigne una tarea a su hijo – para que sienta que lo tratas como a los grandes, y supervise. Hay ocasiones en que la visita al trabajo de mamá no se planea como una aventura sino que surge como un plan de contingencia ante un día en el que no tuvo clases y no se consiguió una niñera o familiar que lo cuidara en casa.
Reglas en nuestros lugares de trabajo
Por eso es importante que se asegure de revisar las reglas de su lugar de trabajo pues hay empresas en las que, por el tipo de oficio que allí se realiza, se prohíbe la entrada a pequeños. Esto aplica a campos en los que se opera maquinaria pesada, talleres mecánicos u oficios de alto riesgo.
Materiales indispensables
Tenga en cuenta que los niños se aburren con facilidad. Puede tener a mano colores, hojas blancas, marcadores, tijeras u otro material de oficina que le sirve para que el niño haga dibujos o trabajos de arte. Aproveche la experiencia para recordarle la importancia del orden, la disciplina y de mantener un tono de voz adecuado.
Una vez finalizada la jornada, mamá deberá preguntar al peque que fue lo que aprendió y qué tal le pareció la experiencia.
Atención. Cuando son bebés o niños muy pequeños más que una experiencia, llevar los niños al trabajo puede convertirse en una piedra de tranca para hacer sus labores. Se recomienda llevar a niños al trabajo cuando ya tiene más de 3 años de edad.
Si mamá es ama de casa, también los hijos deben conocer la labor de su progenitora. Son las guardianas del bienestar de la familia y hacen multitareas que en ocasiones tanto los padres como los hijos, dan por hecho y no valoran.