Sin prisa pero sin pausa
El dia de hoy estaremos hablando de cuales son las mejores formas de quitarle el pañal, como te decíamos en anteriores capítulos, este momento se suele dar en torno a los 3 años de edad, pero en algunos niños no se cumple hasta los 4. Se presupone que es en esta época, cuando el niño ya cuenta con las condiciones físicas y cognitivas aptas para empezar a ir solo al baño.
No obstante, nosotros como padres podemos hacer mucho más de lo que se tiende a creer a priori. Para plantearte ofrecer una ayuda activa y útil a tu peque debes, ante todo, liberarte de prejuicios y de tabús en torno a este momento del desarrollo de tu pequeño. Las prisas nunca son buenas. ¿Qué más da si tarda un poquito más que otros bebés de su edad? No te adelantes, cada niño tiene su ritmo.
Convertir la llegada del momento en algo divertido
Para empezar, puedes comentar de forma natural y sin que él note que le presionas, las ventajas de quitarse el pañal y alcanzar un momento madurativo interesante. ¿Cómo? Hazlo atractivo diciendo frases motivadoras como: ¡Harás pipí como un niño/a mayor! ¡Qué divertido es usar el orinal! O ¿Compramos un orinal bonito de tus dibujos preferidos?
Llegado el día, si consideras que ya es el momento, puedes hacerte con un orinal que le resulte atractivo, y simplemente colocarlo en su habitación, sin decirle nada más. Primero harás que simplemente se siente sobre él, y después irás introduciendo nuevos pasos, como decirle que pruebe a ver si sale pipí hasta llegar el día en que lo pruebe y haga de verdad. Y si ése día tarda mucho, pero mucho, en llegar ¡No hay que preocuparse! Porque lo hará, tarde más o menos…
Preguntarle a menudo
Sin convertirse en su Pepito Grillo, diciéndole sin parar lo que ha de hacer, puedes preguntarle de vez en cuando si tiene ganas. Ten cuidado de no hacer que este tema se convierta en el único de conversación que tengas con él. Los niños son inteligentes y su inmadurez no les exime de identificar la presión, por lo que deberás ser prudente e intercalar estas preguntas en un ambiente distendido en el que se hablen de otras cosas.
Además...
-Muéstrate comprensivo y estimúlale a practicar juntos, siempre en un ambiente distendido de juego y de práctica que le resulte atractivo.
- Respeta en todo momento sus ritmos y tiempos. Insistimos, la presión es contraproducente.
-Motivar a tu hijo a que exprese cómo se siente. Frases como: '¿cómo te sientes?'' ''¿qué notas?'' ''¿estás bien?'' ''¿estás incómodo?'' Pueden ayudar a extraer información.
-Enseña a tu hijo el valor de la voluntad y del esfuerzo, sin que importe tanto el resultado final. Éxito no significa que todo salga bien a la primera.
- Utiliza ayuda accesoria: es el caso de Huggies® Pull Ups® unas braguitas y calzoncillos de aprendizaje que ayudarán a que tu hijo aprenda divirtiéndose, ya que poseen diseños de sus personajes Disney® favoritos que se disipan cuando se mojan. ¿No es genial? Así tu hijo asociará sequedad a mantenimiento del dibujo, lo que le ayudará a dar el paso definitivo sin ninguna presión y de forma intuitiva. ¡Hay que conseguir que los dibujos no se borren!
¡Nos vemos en el próximo capítulo!