Cuántas mamis no hemos escuchado lo mismo?, Yo lo escuche y lo escucho con mucha frecuencia, y les soy sincera me molesta mucho!!!! quizá a ustedes también es por ello que se me ocurrió escribir este post, porque creo que debemos de cambiarle ese chip a la gente, debemos demostrarles que no es cierto que lo único que generan al dejar llorar a un niño es que se sienta desamparado, que no le importa a nadie, que se acostumbre a que por mas que llore nadie estará con el, a la soledad!!!!!!!!!!!!!!!! Tengamos cuidado con ello........
¿Por qué no debemos dejar llorar a un bebé?
No hay ningún estudio que demuestre que es bueno dejar llorar a un bebé. Es más, los últimos avances de neurociencia afirman que es perjudicial para su desarrollo psicológico.
Sé que es común pensar que los niños que pasan mucho tiempo con su mamá o que están todo el tiempo en brazos se vuelven más chochos y dependientes. Es una creencia muy extendida, al igual que pensar que los niños nos manipulan para conseguir lo que quieren y que si les damos la mano nos cogen el brazo, así que no podemos ceder.
Pero al margen de las evidencias científicas ¿alguna vez se puso a pensar en lo indefenso que es un bebé? Pensemos un segundo. Al menos hasta que aprenden a desplazarse, dependen de nosotros para alimentarse, moverse y sentirse protegidos y seguros. Nos necesitan!!!.
Los adultos que tienen problemas psicológicos y carencias afectivas nunca se quejan de que sus padres les malcriaron por cogerles en brazos, besarles, abrazarles, escucharles y atenderles afectivamente sino más bien todo lo contrario, conviven con una especie de frustración interna.
El vínculo emocional que el bebé establece con sus cuidadores será uno de los pilares básicos en el desarrollo de su personalidad. Si sus necesidades son atendidas, se sentirá seguro. Si su llanto es desoído, el estrés le provocará miedo e inseguridad. Eso de que no pasa nada si lloran y que además se terminan durmiendo de puro agotamiento ¡es absolutamente desastroso para su desarrollo! Y si finalmente se quedan dormidos es simplemente porque, el estrés que sufren es tan grande, que su propio organismo lo utiliza como método de defensa. ¡¡Es terrible!!
Ellos no entienden por qué se desatienden sus necesidades, no tienen capacidad para gestionarlo y eso les produce una ansiedad brutal. Si con el tiempo terminan dejando de llorar es por pura resignación. Asumen que su mamá no va a atenderles si lo necesitan. ¿No les parece horrible? A mí se me parte el alma…
Imaginemos que, por ejemplo, cualquier día nos sentímos tristes y necesitamos un abrazo pero nuestra pareja nos dice Uy no, que si te abrazo te vas a acostumbrar. Mejor quédate solo/a. Y así un día tras otro. ¿Cómo nos sentiríamos? ¿Eso reforzaría la relación o haría que nos sintiéramos defraudados? Pues además los bebés son pura emoción y no tienen capacidad para gestionarlo, con lo que figuraos el terrible desengaño y la sensación de abandono que les produce.
¿Qué es eso de que se van a malacostumbrar? A qué, ¿a los besos? ¿a los abrazos? ¿a sentirse seguros y queridos? Pues entonces, según esa regla de tres, ¿¿no se acostumbrarán siempre a llorar también??
Además, ¿sabemos el placer que supone resguardar a un bebé entre tus brazos, acariciarlo, darle cobijo y hacerle sentir seguro? entonces porque dejarlo llorar!!!
Si no cogemos a nuestros niños en brazos, sino que les domesticamos para que sean independientes (algo totalmente contradictorio), tendrán siempre esa carencia y se frustrarán o se sentirán defraudados y enfadados en el futuro. Sí, siempre. Muchas de las experiencias de la infancia se arrastran en el subconsciente durante toda la vida. Créanme si les digo que los niños que menos caricias, brazos y atención de la que piden reciben son menos seguros de sí mismos y más dependientes.
¿Sabías que hasta los dos o tres años los niños solo tienen desarrollado su cerebro emocional? ¿Por qué nos empeñamos en razonarles motivos si todavía no han llegado a esa fase? Tenemos la mala costumbre de no escucharles ni de pararnos a entender la etapa en la que se encuentran, sino buscar nuestra mayor comodidad y su sometimiento.