Y eso fue lo que sucedió. De pronto, una mañana su hija le pidió que le saque el pañal. Mi amiga estaba un poco desconfiada pero lo hizo, y se dio con la grata sorpresa que su hija solita se fue a sentar al bacín. Y así ha sido por los últimos 5 días (recién tiene 5 días de haber dejado el pañal). Se levanta en las mañanas, le pide a su mamá que le saque el pañal, se sienta en el bacín y ¡listo! Y en estos 5 días sólo han tenido dos (2) accidentes. Una maravilla ¿cierto?
¡Cierto! Sobre todo para aquellas que todavía sufrimos con la dejadera de pañales. Mi hija de 2 años 8 meses recién se está animando a dejarlo pero, como ya saben las que han intentado hacerles dejar cuando los niños no están listo del todo, es un proceso con muchos altibajos y – a veces- un poco largo.
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El hecho que la hija de mi amiga haya dejado el pañal sola, prueba la teoría que cuando los niños están listos, el proceso es sumamente sencillo. Pero, a veces, sobre todo como madres primerizas desconfiamos de nuestros instintos y nos adelantamos en el proceso – muchas veces guiadas por presión social o por hacer caso a gente (bien intencionada) pero que no conoce a fondo a nuestros hijos. Claro que de los errores se aprende y esto fue lo que sucedió con mi amiga: “Con mi hijo mayor, el proceso lo inicié cuando tenía dos años un mes. En el nido me dijeron que ya estaba preparado y yo me moría de miedo de tener que hacerlo sola en vacaciones. Me ganó la inseguridad como madre primeriza. Y no fue nada fácil, tuvimos que retroceder muchas veces y volver al pañal…“
Por otro lado, con su hija la segunda las cosas fluyeron más naturalmente: “Analizando un poco la situación, mi hija la segunda ve hace aproximadamente 8 meses que su hermano hace pila en el water y muy de vez en cuando en el bacín. Por tal motivo, tengo el bacín ahí al alcance de ellos, entonces mi hija juega con el bacín como parte de sus pertenencias...jamás le tuve que explicar así con dibujitos como iba a hacer el proceso o cómo es, como si lo tuve que hacer con su hermano mayor. Ella lo ha ido asumiendo con naturalidad y el aprendizaje ha sido más del día a día. Y eso creo que ha hecho que el proceso sea más fácil... Es real que el proceso ha sido natural porque ni yo misma pensaba mucho en el tema”.
El testimonio de mi amiga demuestra que, efectivamente y contrario a la creencia popular, los niños sí pueden dejar el pañal fácil y rápidamente. No es necesario entrenarlos por meses desde chiquititos por más que las nanas, abuelas, tías o amigas nos insistan. Por más que esa sea la “norma” arraigada en nuestra cultura. El proceso será más fácil (para todos) si sabemos reconocer y respetar sus tiempos. Esto va para mí también.
Por otro lado, no creo que tampoco debemos esperar a que lo dejen 100% solos como la hija de mi amiga, este es una caso sui generis. Algunos niños necesitan nuestra ayuda en el proceso. Necesitan un empujoncito. Y si les damos la ayuda en el momento correcto, las cosas fluyen ¡bum! Maravillosamente. Ya lo vimos.