Muchas veces me he lamentado aquí de no descubrir antes el mundo de la maternidad 2.0 para vivir la mía de una manera diferente. Estoy segura de que hubiera aguantado más el embarazo y no hubiera permitido que me provocaran el parto. Hubiera porteado con mi muñeca, que era buena hasta decir basta. Hubiera ido a yoga o pilates para embarazadas y desde los 6 meses habríamos hecho matronatación. Casi todas las cosas que he descubierto nuevas de la maternidad ha sido gracias al mundo 2.0. Ahora bien, si eres mi amiga y me planteases, tengo intención de tener un bebé o estoy embarazada, ¿me informo en el 2.0? Hoy por hoy te diría que superficialmente o, rotundamente no. Y ¿por qué? Porque la maternidad es lo suficientemente dura como para que te la disfracen de algo más liviano, te la pinten demonicen o, en el peor de los casos, la radicalicen.
La maternidad 2.0 es muy práctica para determinadas cosas, siempre que la sepas entender. Bastante complicada es la vida como para que te la compliques tú más por un 2.0.
Desde que nacemos nos venden una vida de cuento cuando la verdad es que hay que luchar por ella desde el minuto 1. Te haces a la idea de un príncipe azul y hasta que llega (si llega) te topas con cientos de sapos en el camino; te preparas para ejercer una profesión que te permita vivir con cierta holgura y terminas en una ETT con un sueldo pelado que te llega a lo que te llega Decides ser madre y mientras ves como el resto de la humanidad se reproduce, tú no haces más que tirar test de embarazo a la basura. Pues si ya te ha llegado la hora, coge las tiendas de tu vida. No te dejes llevar por convencionalismos y no tengas una idea preconcebida de la maternidad. No decidas si vas a colechar o no; si vas a dar el pecho o no; si vas a portear o no; si parirás con dolor o con epidural... No decidas nada porque es más que probable que nada se cumpla. En la maternidad, como en muchas otras facetas de la vida, 2+ 2 no son siempre 4.
Mi consejo es que te informes, te documentes, descubras cosas de la maternidad y para. Luego déjate llevar por tu instinto, el sentido común y tus necesidades y crea y vive tu propia maternidad.
¡¡¡FELIZ MIÉRCOLES!!