Llevo una temporada en casa que no gano para bombillas ni para reparaciones. ¿No os pasa que cuando se funde una bombilla, a la par lo hacen dos o tres más? En casa no falla. Pues ahora estamos en racha con la cocina. Empezó a fallar el microondas, se rompió el cierre de la puerta del tendedero y continuamos con el congelador, También tengo roto el cable de la ducha (el que va del grifo a la alcachofa) y, de momento, y lo voy a decir bajito, no se me ha roto nada más.
Pues bien, me ha dicho un compañero que lo que me está pasando tiene nombre y apellido. Se llama obsolescencia programada, o lo que es lo mismo, me cachis en lo mengues y en los fabricantes. Por lo visto, dicen por ahí, que es una práctica comercial cada día más habitual y que consiste en diseñar productos para que se estropeen pasado un determinado tiempo de uso. Lo que viene siendo una
Ya hay gente que se ha puesto en pie contra estas prácticas e, incluso, hay un empresario español, Benito Muros, que ha desarrollado la tecnología y la fórmula necesarias para fabricar una bombilla que tiene una duración de por vida. No se yo si la veremos comercializada y, en tal caso, a que precio aunque visto el ritmo que llevo, a mi me saldrá barata.
Por supuesto, también hay voces que dicen que esto de la obsolescencia programada es una leyenda urbana. Sea como fuere lo que si es cierto que mi casa esta semana va a ser como la Gran Vía en hora punta. Hoy creo que viene el cerrajero y mañana el del congelador, Y pasado, Dios dirá, porque de momento con la ducha tiro y con el microonda ya me apaño con lo poco que funciona.
Y a vosotros, ¿os pasa lo mismo?¡¡FELIZ MARTES!!